Misión: Reencuentro

605 79 15
                                    

.

.

.

.

Se dejó caer en el césped del patio de su casa y descansó sus brazos detrás de su cabeza. Miró al cielo, apreció las nubes. Analizó mentalmente cómo se encontraba. El clima era tranquilo, podía estar con un simple pantalón chándal y una playera lisa blanca. La primavera le gustaba; salían flores, el clima era perfecto y todo lucía más feliz.

Todo podría ser más feliz si no estuviera solo.

Acarició sus rubios cabellos, jalándolos un poco y suspirando, abatido. Le gustaba mostrarse y sentirse alegre, optimista y con ganas de vivir. Pero era complicado hacerlo justo cuando le había terminado a su novia. Habían estado viviendo juntos, pero todo se terminó. Estaba solo. Otra vez. Odiaba la soledad, pero aun más le hipocresía de un falso amor.

Desde hacía dos semanas, sus rutinas se habían vuelto monótonas, repetidas, aburridas... Sus actividades eran hechas automáticamente. No sabía en qué día estaba, prefería que la noche llegara para, por fin, descansar. No sabía cómo hacer pasar sus ratos libres más que hacer aquello. Tirarse al pasto y mirar las nubes. Recomendación de su mejor amigo, Shikamaru.

Recuerda haber compartido con su novia, ahora ex novia, Hinata, una larga parte de su vida. La conoció en la escuela secundaria cuando él atravesaba un momento difícil, ella insistió de forma indirecta en conocerse, y Naruto necesitaba no estar solo. No fue un problema. Posteriormente, luego de varias citas, comenzaron su relación. Cuatro años después, se habían mudando juntos, hacía unos meses. Sin embargo, a pesar de lo mucho que Naruto apreciaba a Hinata, no se sentía cómodo conviviendo con ella.

Pero se sentía angustiado por la soledad que lo abrazaba.

Rechazó juntadas con sus amigos, reduciendo sus salidas únicamente a ir a trabajar al sitio de comida rápida que lograba darle el dinero necesario como para mantenerse independiente. No se sentía motivado para salir a divertirse, a pesar de que anteriormente solía ser una de sus actividades favoritas.

No quería aceptarlo, pero se había vuelto dependiente a las personas. Todo lo que hacía, le gustaba hacerlo con otras personas. Se acostumbró a eso, a la compañía de alguien ante cualquier actividad.

Sin muchas emociones, se puso de pie cuando vio que estaba oscureciendo, debía bañarse para luego cocinarse un tazón de fideos de ramen y finalmente dormir. Río sin mucha gracia ante sus planes mediocres mientras caminaba.

Giró su cabeza a un costado al notar algo de reojo. Allí, sobre la pared que separaba su casa de la del vecino, había un gato negro sentado que lo miraba fijamente sin pestañear.

Arqueó una ceja, confundido. Durante toda su vida, había tenido perros, que ahora descansaban en paz en el patio de la casa de sus padres. Por lo tanto, no estaba acostumbrado a ese animal, a qué quería o necesitaba. Sin embargo, se sintió agradablemente atraído por él y, por primera vez en varios días, sonrió de forma sincera.

Pero la felicidad le duró poco. Se acercó unos metros para acariciarlo, pero el gato se fue entre saltos apresurados por los techos a donde Naruto suponía que era su casa. No creía que fuera un gato callejero teniendo en cuenta que se encontraba en buen estado y limpio. Además, pudo notar el collar sencillo con una placa plateada en su cuello.

Rodó sus ojos y entró a su casa.

—Uno queriendo ser agradable y así le pagan, dattebayo. . .

.

.

.

.

—Mamá, no, estoy bien —decía Naruto, hablando por teléfono mientras trataba de cocinar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Naruto Y Sasuke [One-shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora