𝐄fímero ⇝𝘔𝘪𝘴𝘴𝘢𝘴𝘪𝘯𝘧𝘰𝘯𝘪𝘢

Capítulo 3

Estaba jodido, palidecí a un más al sentir el filo de la espada de diamante en mi cuello ¿como había encontrado diamante el primer día? Sin duda era algo en que no debería estar pensando en este momento.

-¡Rubius!- aquel chico peli-negro llamó la atención (reprendió) al chico alto que estaba alado de mi. Su cabello castaño con algunos mechones rubios, era híbrido de oso, se veía fuerte, tanto que podría dar bastante duro... al golpear y ¿ya dije que era alto?

A la primera oportunidad que vi, me escabullí y me coloque alado de los otros dos que antes me habían ayudado a levantarme. Estábamos lo suficientemente lejos para no recibir daño de la pelea que se estaba formando entre esos dos, pero lo suficientemente cercanos para escuchar los insultos que se tiraban entre ellos.

Mirando a mis dos acompañantes me di cuenta que uno era híbrido de oso, como ¿rubius?, solo que el tenia una mirada más desafiante y macabra, además de ser más bajo y tener el cabello negro, con respecto al otro... no tengo nada que opinar y es demasiado asombroso para describir.

-Hey, wacho, ¿todo bien?- aquel híbrido me miraba con una ceja alzada, me espere de todo menos ese asentó, no mames me derrito. Solo pude atinar a asentir con la cabeza.

-Spreen, deja al niño, ya tenemos suficiente con esos dos matándose- el más alto de nosotros tres hablo, tenia una acento distinto ¿francés? Tal vez, era tan maravilloso, me desmayo. Aunque estoy un poco ofendido, no sé por qué.

-para' yo solo estaba preguntando si el pibe estaba bien, no es como si lo estuviera amenazando o apunto de cargármelo a piñas- aclaro y solté un suspiro un poco más relajado -o bueno, por ahora no- ¿que?

Escuche un carraspeo y todos volteamos hacia donde provenía el sonido, allí se encontraban los dos chico que se estaban peleando, sus cabellos estaban desordenados, pero aparte de eso más nada.

-Bueno, nos presento- tomó la palabra el peli-negro -ese de allá- señaló al de acento argentino, que al verse apuntado soltó un leve gruñido - es el amargado de spreen- el "spreen" solo asintió como saludo.

-el que esta a su lado es el buen' de shadoune- esta vez refiriéndose al de acento francés quien movió su mano en forma de saludo.

-este que esta a mi lado, es mi gran amiga la rubia, rubius- este solo se limitó a mirarme con cara indiferente. -y yo, tu servidor, soy el grandioso Quackity-dijo finalmente presentándose mientras me sonreía, yo también sonreí.

-Un gusto, yo soy Missasinfonia, pero pueden llamarme missa- me presentó mientras les sonrió, y luego todo quedó en silencio mientras compartíamos miradas entre nosotros.

-Y missa- shadoune llamo mi atención, lo mire esperando a que siguiera -¿Donde esta tu team? ¿O tu compañero?- me pregunto, curiosidad, todos me miraban con curiosidad, hasta el perro que había adoptado lo hacía.

Suspiré -Bueno, no tengo team y mi compañero, pues se lo comió el perro- literalmente, apunte al perro que volteo la mirada hacia otro lugar como si supiera que lo estaba acusando. Tal vez si lo sabía.

Presencié como todos compartían miradas.

-Emm, perdón que pregunte ¿como se lo comió?- me pregunto rubius curioso. -no se, el sentido de la vida supongo, después de todo es un lobo y mi compañero una oveja- explique mientras subía los hombros.

-Bueno capo, bienvenido al team vacío legal- dijo spreen mientras me daba una palmadas en la espalda. - que, pero- rubius estaba por replicar sobre mi integración cuando spreen lo interrumpe -sin peros, yo soy el líder, yo decido si esta adentro o fuera- dijo sin más.

-no estoy en contra, pero por lo menos nos fuera preguntado ¿no?- Escuche murmurar a quackity mientras pasaba a mi lado y todos se comenzaron a alejar.

¿Ahora que? ¿Tenia que seguirlos? ¿Era broma? ¿Quizás ya cambiaron de opinión?

-Missa ¿que estas esperando? ¿Una invitación? Apúrate- salgo de mis pensamientos ante el grito de rubius, tomo mi mochila rápidamente y corro hasta llegar a su lado y comenzar a caminar a la par.

Esto es real, mire al frente donde se encontraban quackity y shadoune molestando a spreen y este parecía punto de perder la cordura. -Lamento lo que le sucedió a tu compañero- dijo rubius sin mirarme.

-sip, bueno, igual el plan original era que cuando estuviera en peligro sacrificarlo ¿sabes?- respondí

-¿estuvo de acuerdo?

-bueno tampoco es que pudiera hablar, no hablo con los animales- aclare divertido. -Ah! Pero que es literalmente un animal, coño yo pensé que era una persona- y los dos reímos ante sus palabras.

-¡Espérenos gilipollas!- les grito el español a los otros tres quienes iban muy adelantados. -Vamos tío, ahora tenemos que correr- me informó al ver que ninguno de los de adelante se había percatado de su reclamo.

Solté una pequeña risa -¿carreritas?- rete. El solo se limitó a mirarme -ya no somos niños- dijo mientras rodaba los ojos, pero luego sonrió -pero si insistes, ¿como negarme?- dijo para ponerse en posición.

Y sin cuenta regresiva salimos corriendo.

Podría acostumbrarme.

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