Era Sengoku
Siempre lo observaste a la lejanía y nunca dejaste que tus sentimientos salieran a la luz.
No podías quererlo por más que tu corazón pidiera estar a su lado, no debías, por que él ya estaba comprometido con una mujer.El primer momento en que lo viste fue cuando el compromiso fue anunciado y omitiendo esa parte fue ahí cuando tus sentimientos florecieron. Pero lo peor no era que estuvieras enamorada de un hombre como él, lo peor era que la mujer con la que se iba a casar era la mujer para quien trabajas, eres su dama de compañía y la persona que siempre está cerca de ella cuando necesitaba algo.
Llevas varios años trabajando para ella a causa de que cuando eras muy pequeña tu padre terminó vendiéndote a aquella familia adinerada para pagar unas "deudas" que tenía, pero eso era total mentira, él quería tener dinero para gastárselo en mujeres y sake.
La vida con tu familia no fue la mejor después de la muerte de tu madre y el que tu padre te haya vendido a esa familia no sabías como tomarlo en un principio, si para bien o para mal.
La familia de la chica para quien te habían asignado servirle nunca te trató mal, ella resultó ser un poco de años más que tú, pero aún así se llevaron bien desde un principio. Parecían dos amigas de toda la vida más que nada.
Como tu trabajo se basaba en estar a su lado en este preciso momento no era la excepción, estabas sentada a lado de aquella mujer quien miraba tranquilamente el panorama.
Lograbas mirar de soslayo como su mano recorría suavemente su abultado vientre.
Sí, la mujer a tu lado estaba embarazada.
En verdad te ponía feliz saber que pronto su primer hijo iba a nacer. A cada momento te decía lo emocionada que se sentía al ser mamá por primera vez y lo mucho que esperaba a su bebé, pero no podías negar que un pinchazo en tu corazón aparecía al recordar quien iba a ser el padre de esa pequeña criatura.
- Creo que lo mejor será irnos - hablaste llamando la atención de la mujer - pronto se hará de noche - en la lejanía por las montañas se podía ver como el sol ya mero se escondía para en unos minutos dar comienzo a la noche.
- La tarde se pasó muy rápido ¿No?, Quisiera quedarme un rato más... - murmuró con voz suave la mujer intentando convencerte de quedarte un momento más ahí.
La habías acompañado y llevado a recorrer los jardines de alrededor de la finca del clan Tsugikuni ya que te lo había pedido al sentirse aburrida de estar encerrada en su habitación, y como tu trabajo era ayudar en lo que ella necesitaba la acompañaste a tomar aire fresco. Minutos después habían decidido sentarse por el bienestar de su embarazo.
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ONE SHOTS LEMON || Kimetsu No Yaiba
FanfictionOne shots donde cumples tus deseos más oscuros y pecaminosos con tus personajes favoritos de kimetsu no yaiba. Lees bajo tu propia responsabilidad, nigún comentario agresivo por favor <3 Disfruten! :D