❝I'll horribly steal your heart and dominate you.❞
Freen, una dura mujer, se ve repentinamente "enamorada" de Becky, una completa desconocida, que le parece inocente y dulce. Pronto Freen descubrirá la razón de su inmediato enamoramiento, o tal vez...
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Poco después del atardecer decidí salir a caminar por la ciudad. Estaba lluvioso pero me dio igual, un paraguas era más que suficiente. Ni siquiera me había tomado la molestia de usar un abrigo, mucho menos lo recordé cuando salí huyendo del departamento para no ser víctima de los lamentos de Nam.
Me dirigí a la zona turística como muchas veces antes, disfrutaba de ver a la gente andar impresionada, emocionada, a veces perdida, porqué así mismo me sentía yo. Cómo una extraña perdida en un lugar que, a pesar de conocerlo desde niña, seguía sin sentirlo parte de mí o sentirme parte de él.
Había un lugar en específico del que disfrutaba más, un parque pequeño en la esquina que quedaba justo entre el área de los hoteles y algunos museos locales. Era una transición entre lo clásico de las estructuras de los museos, a la modernidad de los acabados de los hoteles. La perfecta muestra de cómo dos cosas diferentes podían coexistir sin problema. Había una armonía ahí que me atrapaba normalmente, pero esa noche no.
Sentí un peso sobre mí, un peso extra. Miré a mis espaldas y busqué ese pequeño y hermoso cuerpo entre la gente. No tardé mucho en localizarla, me miraba, lo sabía a pesar de no poder observarla claramente. Estaba parada a la mitad de la acera, llevaba un paraguas bien agarrado con sus manos pálidas y ahora usaba ropa negra, un pantalón perfectamente ajustado a sus caderas y una blusa de manga larga.
Cuando me dí cuenta ya estaba caminando hacia ella, a pocos metros ella comenzó a caminar también y me hizo una seña con su mano izquierda y me dejó atrás. La seguí obediente, volviendo a la burbuja en que me encapsulaba.
|Who would refuse me|
Caminé detrás de ella por unos pocos minutos hasta los últimos hoteles de la calle. Echó un vistazo a sus espaldas y sonrió al confirmar que la había seguido, entró en el último hotel y aceleré el paso para alcanzarla.
Atravesé la puerta de cristal entrando en un lugar bastante extraño, sumergido en penumbra, iluminado ligeramente por algunas lámparas y luces neón color rojo. Todo estaba callado, solo se escuchaban mis pasos y mi respiración, no veía a nadie alrededor. Todo parecía estar solo.
Sabía que no lo estaba, Becky seguro estaba por ahí, observándome desde la oscuridad. Podía sentirla, tenía esa misma sensación que me perseguía cuando niña, algo o alguien a mis espaldas, siguiéndome en cada paso. Siempre creí que un monstruo me perseguía.
"¿Te gusta el lugar?"
Volteé buscándola, detrás, a los lados, no sabía desde dónde hablaba, porqué juraba haberla escuchado junto a mí.
"¿En dónde estás? No puedo verte"
Su risa me erizó la piel y consiguió ponerme nerviosa, acompañando un terrible escalofrío me recorrió el cuerpo cuando sentí sus dedos deslizarse por mi brazo derecho, al mismo tiempo que un nudo se formó en mi garganta.
