Hijo De Papi • Sparta & Raptor

¿Qué Mierda Traman Con Mi Niño? • OO8

El rubio y el castaño claro estaban juntos, se veía su incomodidad, pero Miguel debía hacerle entender al otro chico que lo que debía decirle era importante.

Arrancó una pequeña hoja de su libreta y escribió:

"Andrea y Gonzalo lo planearon todo, Gonzalo le contó su plan a Carlos y él me lo contó a mí, créeme, tienes que escucharnos"

Lo dobló y disimuladamente se lo pasó a Andrés quien al verlo solo lo arrastró hacia Miguel, no quería saber nada de ese idiota ahora.

— Léelo.

Le susurró.

— No lo haré, haz lo que quieras, pero no la leeré, solo déjame en paz.

Respondió en el mismo tono de voz, estaban sentados hasta el frente y fácilmente podrían escucharlos.

— Por favor.

— Ya te dije que no.

— ¿Pasa algo adelante?

Ambos callaron ante la voz del mayor, grave y profunda.

— Jóvenes, saldré un momento del salón, Andrés y Miguel estarán a cargo mientras no esté, no quiero escuchar quejas después.

Cuando el mayor salió del salón ambos chicos se levantaron y se colocaron frente a todos, el castaño del lado izquierdo y el rubio del lado derecho.

— Disculpa, Miguel.

— ¿Pasa algo?

— Sí, me preguntaba si puedes acercarte un momento.

— Claro, lindo.

El sonido de un "Uhhhh" de todos sus compañeros en un tono pícaro no se hizo esperar, ambos chicos rieron bajo por eso.

— Silencio.

— Déjalos, Andrés, sabes que son muy fastidiosos.

— Tú ni me hables.

Ignoró eso y se acercó al lindo chico de ojos color carbón que había conquistado su corazón.

— ¿Qué pasó?

— Antes, ¿Por qué me llamaste lindo?

— Oh, perdón si te sentiste incómodo, es solo que quería molestarte.

— Eres un idiota, pero bueno, lo que te iba a decir era que leas esto, adentro dice algo para ti y algo para tú ya sabes quién.

Le dio un papel algo grande doblado, asintió y volvió a ubicarse frente a todos. Debía tratar de hablar con Andrés sin que se niegue a escucharlo.

— Oye, Andrés.

Dijo en un susurro que fue ignorado.

— Es importante, por Dios, deja de ser tan idiota y escúchame.

De nueva cuenta parecía que había hablado con una pared.

— Ya te dije que no voy a escucharte, me importa una mierda lo que tengas que decirme, me llega a la punta de la polla si es importante o no, ¿Qué no entiendes eso?