Episodio ll

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—¡Vamos Elena! ¡Toma asiento!

—¡No te preocupes demasiado, solamente disfruto del viento en mi rostro! ¡¿Acaso no me veo linda?!

¿Que si se veía linda? No. Se veía hermosa. Pero para John era preocupante que Elena estuviera parada en medio del auto mientras él conducía por la autopista. Desde que habían salido de con el médico, Elena había tomado una actitud muy extraña.

—¡Elena por favor siéntate!

Con un tono más serio, John le gritó a Elena para que esta pudiera entender. Y al escucharlo, Elena bajo sus brazos del aire y tomó asiento. Justo cuando pararon en un semáforo, un hombre mayor pasaba vendiendo rosas rojas, y silenciosamente John haciéndole señas para que fuera hasta el auto, compro una.

El hombre se quedó viendo por unos momentos a la joven que estaba sentada alado de John, que tenía sus ojos cerrados, entonces supuso que muy probablemente estaba durmiendo.

John volvió hacerle una seña al hombre mayor para que se fuera por el cambio de luces, y así fue, pero antes de irse el hombre le habló en un susurro.

—Espero que la joven dama, disfrute de su detalle...

Finalmente con una sonrisa el hombre se retiró lo más rápido que sus piernas le permitieron.

Pensando por unos momentos, John decidió ir a un lugar para comprarle algo a Elena en forma de disculpa y consuelo. Entonces habló diciéndole una mentira.

—Pasaremos un momento por la oficina, no tardaré.

—Uhm.

Llegado al lugar destinado, Elena se quedó sola en el auto esperando por John. No tardo mucho cuando escucho el abrir y cerrar de la puerta del auto. Luego se dirigieron a casa.

—Espérame aquí en la biblioteca, necesito hacer algo.

—De acuerdo.

Tomando asiento en una de la silla de la biblioteca, John volvió a salir y entró con una enorme caja y se dirigió a la puerta donde daba entrada a la casa.

Varios minutos después Jonh salió por Elena y tomando su mano la guió a la casa.

Después procedió a sentarla en el sofá.

Frente al sofá había una mesa de vidrio donde encima de esta había un pequeño pastel sabor a fresa con chocolate, estaba una pequeña cajita de color negra, un vino y la rosa roja que anteriormente había comprado. En la pared estaban pegados unos cuantos globos.

Jonh fue a apagar las luces de la casa no sin antes ir por un par de copas y unos cerillos.

—¿Qué tanto estás haciendo Jonh?

—Espera unos segundos.

Rápidamente se dirigió a la sala y encendió dos velas, procedió a quitarse el saco y ponerlo en el suelo para que él pudiese sentarse.

Dejando todo listo, se acercó a Elena tomando su mano y haciendo que esta tocara las cosas que estaban en la mesa.

Elena sintió la crema batida con la que el pastel estaba cubierto, sintió la pequeña caja, y la rosa roja que estaba envuelta en un papel transparente, y con mucho cuidado sintió las dos velas.

—¿Qué significa esto?

—Te hice una sorpresa.

Confundida, Elena volvió a preguntar.

—¿Por qué?

Además de que John lo hacía para disculparse por haberle gritado en el auto y para consolarla, lo hacía porque le tenía apreció. Pero no iba a decirle eso.

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2023 ⏰

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Luciérnagas / (Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora