Cap. 20

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- ¡¿Entonces cómo me explicas que ambos hallamos tenido el mismo recuerdo con solo tocarnos las manos?! - grita en un último intento de convencerme, yo la ignoro pero ella me jala del brazo deteniendome.

- ¡¿Qué demonios te pasa?! - sacudo mi brazo librandome de su agarre.

- ¿Cómo explicas ese recuerdo? - En su mirada se reflejaba todavía las ganas de no opacar sus esperanzas y lo entendía a la perfección aquel sentimiento de no querer rendirte por encontrar a tu persona amada...

- No lo se.... - le respondí como si esas palabras tambien estubiesen carcomiendome el corazón. Ella bajó la mirada al suelo y no pude resistir verla sufrir.

Clack!
Escuché caer un libro, lo cual me hiso reaccionar y me di la vuelta sin darle importancia al dueño del libro que había interrumpido nuestra patética escena.A ella la dejé allí en pleno pasillo y corrí al aula a tomar mis cosas lo más rapido posible, salí del colegio y fui sin rumbo a algún lugar dejando que mis pies me guíen en un gran tumulto de gente. A mi alrededor solo habían edificios y letreros con llamativos colores.

Me detuve en medio de toda esa gente, mirando como siempre sus rostros, tratando de no pensar que solo era la ilusión de un tonto adolescente tratando de encontrar a alguien que quizá solo existe en su imaginación.

Una lágrima se desliza por mi rostro inmediatamente la difumino con mi mano pero al alzar la vista diviso a la pelinegra a unos cuantos metros de mi.

"¡Que molesta!" Pienso, dandole la espalda y me decido a perderme entre la gente lo cual logro satisfactoriamente.

Al siguiente día ambos no nos dirijimos ni una sola palabra, transcurrió el día tal y como debía pasar para todo escolar y ni bien acabaron las clases en la tarde me apresuré a salir nuevamente del colegio a algún lugar transitado por oficinistas..... pero nuevamente no hallé a mi amado y aquella extraña pelinegra me había seguido nuevamente.

El siguiente día tambien fui en busca de mi amado y ella otra vez me siguió, el siguiente día otra vez.... y el que le seguía y el que le seguía a ese y muchos días más me siguío manteniendo una cierta distancia de mi. Me acostumbré a su distanciosa compañía que ya no me importó seguir buscando mientras ella me vigilaba....pero una tarde derrepente una familiar silueta llamó mi atención. Entre toda esa gente un hombre de similar apariencia que el que buscaba se abría paso en la multitud, luché para llegar a el pero apenas le detuve por el brazo supe que no era el. El extraño me reprendió por mi torpeza, se libró de mi agarre y se perdió entre la gente.... sentí una pequeña mano posarse en mi hombro, la pelinegra no dice nada pero con su silencio y su triste mirada me lo decía todo....

"Lucía tan patético"
"Daba lástima"
"Me sentía tan frustrado"

"¡¿Acaso nunca le hallaría?!"
"¡¿Nunca hallaría a ese hombre?!"

"Era tan doloroso... y no quería comenzar a hacerme la idea que el solo creer que era la reencarnación de un tonto chef era solo una vana estupidez mia"

- Ya no lo soporto más - sollosé derrumbándome. La pelinegra me abrazó y me obligó a irnos de aquel lugar.

- Vamos a mi casa, hay muchas cosas que me gustaría contarte.

No se porqué me dejé llevar con ella y en pocos minutos estuvimos en frente de una enorme y tradicional mansión Japonesa. Ella me invitó a pasar con toda confianza pero antes de dar un paso mas la miré dudoso.

- No soy siquiera tu amigo, ni siquiera se tu nombre ¿Cómo puedes dejar que un completo desconocido entre a tu casa?

- Eres mi compañero de clases y para tu información me llamo Takano Kisa - responde astutamente dejando escapar una leve risa.

Volveré por Ti - Yaoi [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora