Little Puppy [ Kazuki x Rei ]

🐕 Little Puppy 🐕

Una cosa que Kazuki tiene que admitir es que él tiene frágil corazón, más cuando se trata de Miri y las acciones que ella hace con buenas intenciones, pero bien dicen que el camino al infierno está hecho de buenas intenciones, y lo que en un primer momento pareció como una buena idea ahora estaba viendo que solo causó que Rei se encerrara en el baño y no quisiera salir de él hasta que ese perrito con el que Miri estaba jugando no se fuera de su casa.

¿Cómo habían llegado hasta allí? Bueno...ni siquiera tendríamos que ir muy atrás, solo unas pocas horas antes.

Ese día Kyutaro le había asignado un encargo de recopilar información a Kazuki y la eliminación de unas cuantas personas a Rei, trabajos que no tenían problemas en hacer siendo que ese día dejarían a Miri en la guardería, así que yéndose cada uno por su lado, y obviamente luego de dejar a Miri en las manos de Anna, se hicieron cargo de lo que cada uno se le asignó, siendo Kazuki el que primero terminó y por ello iría a recoger a su hija.

Ella había jugado mucho hoy, se le notaba por su ropa llena de tierra, un buen progreso considerando la semana en la que había venido tan pulcra a casa, así que le agradeció a Anna por su cuidado y ambos se montaron en la bicicleta para ir de vuelta a casa.

Sinceramente, había pros y contras en el hecho de ir en la bicicleta en vez del auto, por un lado el auto era más rápido y cambiaba rápidamente de sintió de interés de Miri, mientras que la bicicleta le permitía ver por mucho más tiempo un sitio en específico, y gracias a eso fue que la pequeña detuvo en seco a Kazuki al gritar algo de que "está herido"

Kazuki razonó al instante de que Miri estaba herida, pero no, ella cuando la bicicleta se detuvo se bajó y fue hacia unos arbustos de la plaza por la que estaban pasando, y de ellos sacó un pequeño perrito de la raza doberman que por su tamaño, parecía ser un recién nacido o al menos no tener más de tres meses, y aún así, tenía una patita de herida, algo que se notaba en el mal andar que Miri fue quien notó.

A ver, sabía que antes había dejado fuera a un gato que Rei trajo y que luego él mismo trajo una niña, cosa que fue reclamada por Rei, y el que llevara a un perrito probablemente desencadenaría la misma situación, pero vamos, esa pequeña cosita estaba herida y era prácticamente un bebé, no tenía el corazón suficiente para simplemente dejarlo a su suerte.

Acordó con Miri un trato, ella se llevaría el perrito a casa, lo curarían y por una noche permanecería con ellos, pero al día siguiente lo llevarían a un refugio porque no podrían hacerse cargo de él, y Miri, muy a regañadientes por eso último, aceptó.

Y así llegaron a casa, donde Kazuki con ayuda de la pequeña le dió un baño al perrito para luego curarle su patita, que afortunadamente no estaba rota, solo herida superficialmente, se curaría con los días, con eso resuelto, y solo diciéndole que tuviera cuidado, le dejó a su hija jugar con el perrito, haciendo que los ojos de la pequeña brillaran de la felicidad.

Miri se puso a jugar con el perrito dándole una pelota mientras que lo rodeaba de sus peluches, y Kazuki se dispuso a hacer la cena en espera a que Rei llegara, lo cual no fue mucho tiempo después de que empezara, él llegó con un bolso a la espalda en donde guardaba las armas que se llevó, pero ya vestido normal y afortunadamente sin sangre encima, un alivio.

El rubio saludó al azabache, como era costumbre, le preguntó cómo le fue y si tuvo éxito, y él ignoró todas sus preguntas excepto la última, la cual respondió con un simple "sí" dicho sin ganas antes de ir a dejar en su cuarto sus armas...justo al momento en que escuchó el ladrido del perrito en la casa, que por fin había decidido jugar con la pelota que se le dió, haciendo feliz a Miri por eso y por añadidura logrando que Kazuki sonriera al ver a la niña feliz.