¿Como que playa?

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—¿COMO QUE PLAYA? —grité yo levantándome de la mesa— No me gusta la playa mamá y lo sabes.

No se en que momento ella y Alaric decidieron pasar el día en la playa "en familia"

—Pues tiene que empezar a gustarte. —dijo ella— Salimos en 1 hora así que ya puedes empezar a vestirte.

—Dios mamá, el dinero te afecta demasiado.

Roman

Después de decir eso se fue hacía su habitación enfadada.

No recuerdo nada de lo que hice anoche, absolutamente nada. Solo se que me desperté en la habitación de Alethaia, vestido, lógicamente.

La cabeza iba a estallarme.

—Esta niña. —dijo Andrea, la madre de Alethaia, llevándose la mano a la cabeza— ¿Puedes ir tu Jessi?

—Si, claro. —dijo mi hermana antes de levantarse hacía la habitación de Alethaia— Roman deberías ducharte, apestas a alcohol.

—Gracias por el consejo, lo tomaré en cuánto desaparezcas.

...

Terminé de desayunar y pase por el pasillo de las habitaciones pero me encontré la puerta de Alethaia medio abierta y puse el ojo en la pequeña ralla que había abierta.

Se le veía enredada en una toalla y con una coleta mal hecha.

Se le venía toda la espalda pero todo lo demas se le tapaba.

Me fije en que había un tatuaje en la parte de atras de su brazo izquierdo.

un 444

Definitivamente era la chica de los números.

Alethaia

Me di una ducha para relajarme después del cabreo de hace un rato.
Metí mi cuerpo en un bikini negro y me puse un pantalón corto blanco y una camiseta de tirantes negra.

Me hice una trenza que me llegaba un poco mas arriba de mi baja espalda y bajé abajo.

Ya estaban todos vestidos.

Fuimos todos en el coche de Alaric manteniendo una conversación normal, a la que no participaba.

Llegamos a la playa y mamá pago para estar en esas tumbonas donde solo se sientan guiris o pijos.

Todos fueron al mar menos yo. Yo me quede leyendo encima de la hamaca.

Mis pensamientos estaban perdidos en el libro hasta que note un líquido frío deslizarse por mis piernas.

—Maldita sea, Roman. ¿Por que no escurres tu pelo en otro lado que no sean mis piernas? —espete furiosa—

—Por que la toalla no se queja y tu si.

—Ya cállate. —trate de volver a mi libro pero se sentó a mi lado y me quito el libro—¿Que?

—Ve al agua. No seas aburrida.

—No me gusta la playa. —repeti— Y esta llena de gente.

—¿Y qué? ¿Eres una insegura?

—No es eso...

—¿Entonces?

—No se nadar. —solté y note como se aguantaba la risa— Puedes reirte, si.

—empezó a reírse demasiado alto- ¿Es enserio? ¿19 años y no sabes nadar?

—No. Ya te dije que no me gusta la playa.

—Vamos al agua. Prometo no ahogarte.

—¿Seguro? —puse mi dedo meñique— Pinkypromess

Momento incorrecto Where stories live. Discover now