Dudas Y Lo Correcto

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Edificio Harry S. Truman
Edificio Harry S. Truman

2201 C Street, NE, Distrito de Columbia

5 de septiembre
08:30 am

Camila Spenser PoV

Era la primera en llegar al trabajo hoy, apenas había podido dormir mientras resolvía una crisis de migrantes que venían desde México, Guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, no estaban siendo fáciles los días de crisis migratoria, entendía a la gente a la perfección querían mejores oportunidades de vida, estaban desesperados, pero nuestro sistema estaba colapsando...quisiera darle un trabajo a cada uno de ellos, pero no funcionaba así, la presión estaba sobre nuestros hombros en este instante en un punto crítico de migración, ley de regulación de armas y la posible llegada de un huracán categoría cinco en Miami.

-gracias por el café Brandon- digo sin mirarlo leyendo otro informe que venía desde Texas- de verdad no tenias que venir a esta hora puedo apañármelas solas-

-Creo que Brandon se tomó en serio sus palabras- escucho la voz de Mckenna y levantó la vista del informe - Buenos días Madam Spenser, hace un buen día hoy- ella dice mientras la observo aun con un vendaje en la mano.

-¿Qué haces aquí?- sueno un poco más dura de lo que debería.

-ayer se envió el memo del cambio de guardia en su equipo de seguridad- ella responde y me pasó una mano por la cara encendiendo la computadora.

-no tengo la menor idea de lo que estás hablando- contestó mientras tecleo mi contraseña sin mirarla -no recuerdo recibir el informe- ella carraspea.

-no creo que sea necesario el informe madam- ella me dice aclarando su garganta -está hecho e vuelto y me asegurare de atrapar a quien le quiera hacer daño- ella dice no la miro -¿tiene algún problema?-

-muchos cuando no puedo confiar en personas que mienten-digo en mi mente.

-¿a que se refiere con eso?- Mckenna pregunta y la miró sabiendo que lo dije en voz alta.

-usted tiene una esposa Sub oficial Mckenna- digo mirándola a los ojos por primera vez sabiendo que estábamos separadas de por medio por el escritorio -me parece poco ético lo que...- ella levanta una mano y camina a la puerta para cerrarla.

-en primera no estoy casada- ella dice regresando a la misma posición parada frente a mi -no sabia que los celos venían en el contrato-

-¿celos? Que bromas las tuyas- digo sin mirarle-tienes una niña pequeña, felicidades, pero es tu vida privada-

-bueno, no es de su incumbencia, pero Gigi solo me tiene a mi y a mi familia- ella dice cuando siento su presencia detrás de mí- te fuiste demasiado rápido en esa visita relámpago-ella dice apoyando sus manos sobre de mis hombros masajeandolos, inclinó un poco la cabeza sobre el escritorio y disfruto de ese increíble masaje -no puedo olvidar el sabor de tus labios Madam- ella dice pegando su cuerpo al mío, haciendo que mi respiración se agite cuando siento su erección contra mis nalgas y no puedo evitar apoyar mis manos sobre el escritorio.

-aquí no Mckenna...- digo completamente excitada luchando por no ceder a lo carnal.

-¿Por qué no Madam?- ella dice jalando mi oreja con los dientes de manera sensual.

-podría entrar alguien...- digo resistiendo a sus encantos que debía admitir, estaba seduciéndome de una manera que no podría negarme a ella, la desgraciada sabía que la deseaba.

The Madam Secretary And The bodyguardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora