El Baile de los 41

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El sol no tardó en levantarse y mostrarse ante todos, el presidente Kim no había pegado el ojo en toda la noche, su hija se encontraba en su habitación de la mansión en el que podía escuchar que la servidumbre tocaba para poder ingresar debido a los gritos de la joven.

A fin de cuentas su familia estaba destruida.

Un hijo que gustaba de hombres.

Una hija que quizás no volvería a sonreír.

Viudo.

Lo peor de todo.

Era que aún mantenía en su más profundo ser... sentimientos por Kim Seokjin. Desde la primera vez que sus manos delinearon aquel cuerpo, se convirtió en su droga.

《 En otros tiempos, quizás podríamos haber tenido una historia de amor, Jin 》

Con la misma ropa, se dispuso a caminar hasta el lugar donde daría la orden... la que tanto le estaba costando.

El coronel pasó a su lado —Buenos días señor presidente.

Asintió ante el saludo —Puedes decirles que ya.

Kim Namjoon no necesitaba estar presente para lo que sus ojos verían, observó al coronel caminar con su grupo. Sabiendo que en poco tiempo el suelo del patio se teñiría de un rojo carmesí.

《 Perdón, por no poder protegerte hijo. No hay algo que pueda hacer sabiendo que todo lo llevo en mis hombros y que la decisión que he tomado ha sido la más votada en la reunión 》

Con pasos lentos se regresó a su oficina, para cerrar con llave y sacar una botella del alcohol más fuerte.

《 Kim Seokjin... brindaré para que en tu próxima vida, pueda encontrarte y espero que vivamos en otros tiempos para no volver a ser el cobarde de ahora. 》

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—Pónganse la bata blanca, iremos a dar un paseo —avisó uno de los hombres, lanzando las prendas para que se vistieran

Jimin no dejó de abrazar a Yoongi en toda la noche.

Nadie había dormido.

—Tengo miedo, Yoon.

El mayor acarició su cintura —Descuida, voy a protegerte —besó la cabellera rubia

—Seremos ángeles en nuestra próxima vida por llevar blanco —comentó Hoseok para relajar el ambiente

—Al menos escogieron un color clásico —apoyó Jungkook tomando dos de las prendas, y dársela a su pareja

Todos empezaron a vestirse, con cuidado Jimin bajó el cierre del vestido de Yoongi y ayudarlo a ponerle la bata blanca que Taehyung le había alcanzado.

—No creí que esta sería la manera en la que me quitaras el vestido —bromeó el mayor

Jimin río bajo —En otra oportunidad espero que podamos.

Dejó un beso en los labios esponjosos del menor, sin profundizarlo, pero queriendo hacerlo... sin embargo la atención de los hombres afuera no era lo que le proporcionaba seguridad ni privacidad.

—Salgan y formen una fila —dijo uno de los hombres bajo el mando del coronel, su arma colgando en su hombro

Con cuidado empezaron a salir y cuando algunos ya estaban formando la fila, Hoseok apenas salió de la celda y recibió una patada en su pierna, cayendo al suelo.