PINKY BOY©[MuSan]

✧༺PARTE SEIS🥀🍡༻✧

Narrador omnisciente

ADVERTENCIA⚠: temas sensibles que podrían dañar al lector, lee bajo tu propia responsabilidad.

—Hey, ¿Crees que Nahoya me acepte helados de duraznos? —preguntó Ran mientras miraba esa caja de helados y pensaba si comprarlo o no—, la verdad es que me hacen acordar a él, incluso huelen a él.

—¿Ran, qué carajos? —Muto frunció el ceño ante la llamada del Haitani, estaba conduciendo hacia su casa—, todo el puto día estuvimos juntos, ¿Y recién ahora me preguntas eso?

—Es que salí a comprar helado porque Rindou quería comer y ví los helados de duraznos y pensé, “Oh, Naho-chan”. . . Y como tú eres su mejor amigo, pensé que sabrías lo que le gusta —le contestó mientras se tomaba una lata de alguna bebida energizante.

—Agh, sí. . . Le gustan, Ran —rodó los ojos, faltaban pocas calles para llegar a su hogar—, eres un molesto, creí que ya sabias todo de Nahoya.

—El amor te pone tonto, Muto —sonrió levemente agarrando por lo menos tres cajas de esos helados de duraznos, se quedaría con una de esas y comería un helado cada vez que recordará al Kawata—, incluso soy capaz de comprarle esa motocicleta que quiere, después de todo la que tenía se le rompió no se que y no consigue la pieza que necesita.

—Mientras gastes tu dinero en él —alzó sus hombros y sonrió burlón—, haz lo que quieras, pero te advierto que no lo hagas llorar porque--

—¿Qué?, ¿Me golpearas? —preguntó para después reírse.

—Yo no, Souya te va a golpear si haces llorar a su hermano mayor —se permitió sonreír al imaginar la cara que puso el de cabellos largos en ese momento.

—Hey, no me asustes así —se quejó—, ¡Muto, no me cortes!

—Nos vemos mañana, Ran —finalmente corto la llamada negando.

Muto había llegado a su casa esa noche, no pasan más de las once con cinco minutos, todo estaba en silencio y en paz. Según sus hombres, el pelirosa había pagado la televisión y lo vieron en su habitación.

Lentamente el rubio subió las escaleras hasta donde estaba el menor junto con la bebé, dejó el saco y corbata colgados en el barandal de las escaleras y siguió subiendo escalón por escalón mientras se deshacía de los botones de su camisa.

Se dió cuenta de que la puerta de su habitación estaba un poco abierta, por lo que lentamente la empujó y no supo que sentir ante la imagen que tenía en frente de sus ojos.

Estaban Haruchiyo y Senju acostados en la cama y ambos dormían tranquilamente, el pelirosa tenía agarrada la ropita de la bebé para evitar que se alejara de él. Muto simplemente sonrió ante eso y tratando de no hacer mucho ruido se dirigió hacia su armario para buscar algo de ropa y luego darse una ducha.