8 1 0
                                    

𝐹𝑎𝑠𝑡𝑖𝑑𝑖𝑜

𝐷𝑟𝑦𝑠𝑡𝑎𝑛

Este es un día con una nueva rutina que hacer, hace algunas horas era un simple teniente pero hoy es mi primer día siendo coronel de armas. Mi tío cree que estoy preparado para tomar ese puesto así que le demostraré que no tomo una decisión equivocada, ahora tengo más presión que antes por qué no solo me voy a encargar de que los soldados sean eficientes para cualquier situación si no también estaré al mando de la seguridad del castillo y sus alrededores.

Eso es aún más estresante pero podré hacerlo.

Ahora me encuentro con mis soldados más leales y fieles amigos desde la adolescencia, los cuatro crecimos juntos debido a que nuestras familias son muy unidas así que desde ahí se empezó a crear nuestra amistad.

-Ya Dry es todo un coronel, nos va a partir el culo cuando le robemos vino -Se burla Caleb.

-No necesito que me robes vino para que te quiera partir el culo, imbécil

-Al menos ya no estamos al mando del General, eso era un jodido infierno - Suspira Demir.

-Pero aún así tendremos el mismo trabajo que antes o más bien será el doble de trabajo - Zander tiene razón, no estaremos bajo el mando del General pero aún así tendremos mucho trabajo.

-Lo único bueno es que pasaremos mucho tiempo en el palacio así que por fin podremos conocer mejor a la princesa - el enamoramiento ridículo de Anxo por las princesa es muy graciosos.

-No seas imbécil Anxo, solo la viste una maldita vez y ya crees que la heredera de la alta casa de poniente te hará caso. Ridículo - Caleb le da un zape en la cabeza y este se queja mientras soba la zona donde recibió el golpe.

Cuando los otros dos estaban a punto de darle otros zapes a Anxo, se siente como el suelo se cimbra ante el impacto de algo, de forma inmediatamente entra un soldado a la casa de campaña donde nos encontrábamos platicando.

-¡Señor, los príncipes están aquí! -Me detengo a analizar bien lo que acaba de decir el soldado.

-¿Dijiste "los"? -pregunto esperando que diga que se a equivocado.

-Si señor, eso dije

Automáticamente los cuatro salimos de la casa de campaña para ver si de verdad es cierto y lo primero que recibimos es el rugido de uno de los tres dragones que se encuentran reposando en el gran espacio que hay entre el campo de tiro y el de combate.

Los feroces ojos color casi ámbar de la heredera me escanean de pies a cabeza mientras con su mano acaricia las escamas de su gran dragón, el general enseguida los saluda y ella solamente le dice que es bueno verlo, caminan hacia donde estamos nosotros o más bien hacia donde estoy yo.

-Soldados, los príncipes

-Majestades - hacemos un leve reverencia al mismo tiempo.

-Espero que no hayamos interrumpido nada importante, general -Su voz es un tanto delicada pero impone demasiado liderazgo.

-No se preocupe majestad, hoy era un día de entrenamiento tranquilo

-Así que tú eres el nuevo coronel de armas, ¿No es así? -Se acerca un poco más hacia mi dejando un considerable distancia pero es la suficiente para darme cuenta de sus rasgos feroces.

-Así es, majestad -Trata de intimidarme pero no lo va a lograr.

-Bueno, le doy la bienvenida sir...

-Drystan, Drystan Dankworth majestad

-Ya veo, el hijo de sir Dankworth. Espero que no la cagué sir Drystan -El nombramiento de mi padre me hace saber que no me dejara tranquilo tan fácilmente.

-No lo haré majestad, eso téngalo por seguro -Una princesa consentida no va a venir a decirme que la voy a cagar en mi nuevo puesto, eso sí que no bombón.

-A veces tener mucha seguridad puede ser la ruina, no crea que confío plenamente en usted solo por ser el nuevo encargado de todo lo que conlleva a la seguridad del reino, tendrá muchas habilidades en el campo pero si la caga se muere -La princesa menor y el príncipe me ven divertidos como si les generará cierto placer el que su hermana me este literalmente amenazando de muerte.

-Debería saber, majestad, que todo hombre comete errores

-Eso lo tengo en claro sin embargo hay errores que le pueden costar mucho al reino y no quiero que sucedan por culpa de un coronel inexperto -esto parece una guerra de miradas y palabras, los dos soltamos cosas que esperamos que al otro lo doblegue y afecte.

-Si usted cree que soy inexperto, majestad, permítame enseñarle durante este lapso de meses mis habilidades. Se dará cuenta que de inexperto no tengo nada

La princesa Anala está a punto de reírse y caigo en cuenta que lo que acabo de decir se puede tomar en doble sentido, mierda, mejor me callo. Se dicen algo en la antigua lengua real lo cual hace que todos se pregunten que mierda están diciendo como para que estén a las risas.

-Bien, señor experiencia. Antes de que mis hermanos se vayan uno de ellos tiene algo que proponer -Mira de reojo al príncipe Aiden el cual sonríe socarronamente al momento que se acerca hacia nosotros.

-Bien, sir Drystan, me gustaría probar su experiencia con un combate. ¿Qué dice? - Sinceramente me toma algo desprevenido esa propuesta ya que se sabe que el príncipe no es mucho de entrenar o combatir con algún soldado de la guardia.

-Acepto

El príncipe sonríe como si estuviera viendo algún dulce enorme o como si le hubieran dicho la mejor de las noticias, todos los soldados que estaban alrededor se alejan para darnos espacio a la hora del combate, la princesa Adeen se aleja con su hermana la cual está con su dragón mientras ve divertida lo que sucederá a continuación.


Saco mi espada y Aiden hace lo mismo, los dos tomamos una posición de combate mientras que nos miramos directamente a los ojos, solo basto un pestañeo para que yo tuviera al príncipe arremetiendo con su espada para poder ganarme, esquivo hábilmente los movimientos al igual que bloqueó los espadazos con la hoja filosa de la mía. Evito hacerle daño al pelirrojo ya que si le hago el más mínimo rasguño se que su hermana sería capaz de ordenarle a su dragón que me coma vivo.

A pesar de que el príncipe tenga la reputación de ser alguien flojo para sus entrenamientos me sorprende la manera experta en la que se desempeña en combate, es muy analista en los movimientos de su oponente y la verdad eso es muy bueno ya que se da cuenta de las desventajas de su enemigo y las puede explotar de una manera beneficiosa.


Al momento que el es un movimiento en falso, aprovecho y lo derribo mientras le doy varios espadazos el cual el esquiva mientras intenta levantarse del suelo, en eso un rugido nos hace detenernos por un segundo y parece ser que el dragón del príncipe se pone a la defensiva al ver cómo su jinete está siendo atacado.

La princesa Adeen le dice algo en lengua real antigua y el se calma, ante esa distracción el príncipe toma ventaja y cuando me doy cuenta ya estoy en el suelo con la punta de su espada apuntándome directamente a un ojo.

-Esa distracción le pudo a ver costado un ojo en combate real - Me mira serio mientras sigue en la misma posición, aleja su espada de mi ojo y la guarda en su lugar.

-Es muy hábil, majestad. Debo admitir que es la primera vez que alguien me derriba así

-Bueno, ya era tiempo que alguien le ganará, señor experto - lo último lo dice con sarcasmo antes de darse vuelta y caminar hacia la imponente criatura de escamas negras.

Adeen me ve de una manera un tanto intensa mientras que sonríe levemente, a de estar pensando que soy un imbécil inexperto solo por qué su hermano me gano pero no es así, tuvo suerte el principito pero para la otra no la tendrá.

-¿Estás bien? -Pregunta Zander al momento que se acerca con los otros tres idiotas.

-Estoy bien - respondo de manera brusca, odio perder y más ante los ojos de esa princesa consentida.

-Se lo dije, sir Drystan, a veces la confianza es la ruina de uno - la miro con cara de pocos amigos mientras ella me ve demasiado divertida por a verme amargado el día.

No contesto nada ya que se que diría alguna estupidez la cual me puede costar todo, pero ya vendrá la mía, después de todo estaremos casi todo el día en el palacio con ella así que será una jodida tortura soportar tremendo humor que se carga la princesa.

-Bien, creo que e visto lo que necesitaba, general ya nos retiramos -No entiendo a lo que se refiera, ¿Cómo que ya vio lo necesario? ¿Acaso todo esto fue una prueba?.

-Si su majestad, vuelen con cuidado - todo hacemos una reverencia al ver cómo cada uno sube a su respectivo dragón.

-Un gusto conocerlo, señor experiencia - sonríe socarronamente lo cual causa que quiera aventarle un balde de agua fría.

-El placer fue mío, princesa - me ve divertida y se que nota que mi despedida no es muy sincera, le da un palmada en el lomo al dragón y este alza en vuelo perdiéndose así entre el inmenso cielo azul.

Primer día en mi actual puesto y ya quiero darme de baja, esa niña me hará la vida imposible pero no dejaré que lo logré.

Si de fastidiar vamos entonces yo puedo ser aún más fastidioso.


.
.
.
.
.

segundo capítulo y aquí es donde conocen al Coronel Drystan ;)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


segundo capítulo y aquí es donde conocen al Coronel Drystan ;)


𝐿𝑎 𝑅𝑒𝑖𝑛𝑎 𝐷𝑒 𝐹𝑢𝑒𝑔𝑜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora