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– Entonces ¿cómo la conociste?– volvió a preguntar liah al ver qué la ojimarron no se inmutaba, Ana estaba tan metida en sus propios pensamientos que las palabras no salían de su boca.

* FlashBack *

Los señores Araújo bajaron del auto seguido por su hija quien no dejaba de tararear la canción que venía puesta en el auto, el chófer del auto cerró la puerta y se paró a un lado con las manos detrás de su espalda y Ana le lanzó una divertida mirada, Marco, su chófer siempre se mantenía firme y con la mirada al frente a la dispocisión de la familia, pero lo que no sabían los señores Araújo era que más de una vez Ana lo había encontrado dormido en el auto en horas de trabajo y que muchas veces lo había usado sin permiso para uso propio.

– Maria quiero que estés atenta a todo lo que digamos y solo opines si tú comentario crees que es acertado o inteligente – le dijo Ramón con un semblante serio e impaciente cuando se detuvieron en el lobby del restaurante – esas son personas muy importantes y no quiero que su primer impresión sea que tengo una hija tonta y que no entiende de negocios.

– Si padre entendí, solo abrir la boca para adularlos y decir que son personas increíbles.

– No estoy para juegos – dijo el hombre algo enojado.

– Ramón por favor relajé estás actuando como un verdadero cretino – el hombre aspiro fuertemente y relajo sus facciones.

– Estoy algo presionando por esto – dijo excusándose.

– Lo sabemos pero si no te calmas prefiero decirle a marco que me lleve a casa.

El hombre asintió y se relajó, las reuniones de trabajo lo sacaban de quicio, era dueño de un banco y casi a diario vivía de reuniones en reuniones sin embargo no se le daban, el era más un hombre callado y reservado que preferiría decir solo lo justo y necesario pero después que heredó el negocio familiar tuvo que hacer un esfuerzo monumental para llevar las riendas del lugar.

Ana llegó a la mesa donde ya estaban los empresarios canadienses y los saludo cortésmente, estuvieron varios minutos preguntado cosas superficiales cómo que tan casando estaban los hombres por el viaje o si fue cómodo, Rocio río internamente al pensar que su padre preguntaba tonterías al estar nerviosos, su viaje tuvo que haber sido fabuloso si viajaron en primera clase, no esperaron en líneas ni bajaron equipajes, ellos simplemente siempre tiene privilegios.

– Entonces Ana, ¿Estás estudiando?– preguntó el hombre de cabello gris sin embargo no parecía tan viejo.

–Si mi hija está estudiando administración de empresas y luego negocios internacionales, es una de las primeras de su clase y estamos orgullosos de ella – parloteo Ramón apresuradamente ganándose unas miradas extrañas de los canadienses.

Ana río por lo bajo y sonrió, alguien se acercaba por su espalda.

– Buenas noches, hoy voy a ser su camarera – dijo la chica con tono cortes – ¿Quieren algo de beber antes de ordenar?.

Ana miró el perfil de la chica y le pareció realmente linda.

– Si por favor traiganos una botella de vino blanco por ahora – pidió uno de los canadienses que Ana a duras penas recordaba sus nombres cuando estemos para ordenar se lo haremos saber.

Ana vio a la castaña alejarse y le sonrió ganándose una de vuelta, no estaba segura de si era por cortesía o porque realmente la mesera quería hacerlo.

La llegada de Líah ( VerAna )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora