-¿Yo hice eso?- pregunto ana haciéndose la tonta
-Si- dijo la niña inocentemente asintiendo con la cabeza.
-No lo recuerdo- trató de zafarse.
-Lo hiciste con el policía, el té pregunto si era tu hija y dijiste que si.
-Oh eso, no lo recuerdo- dijo bajito.
La niña frunció los labios y arrugó el ceño algo confundido pero al final se dio por vencida.
-Esta bien- dijo suspirando.
-Cuando lleguemos a casa quiero que te duches mientras y hago unas llamadas.
-¿No vas a ayudarme como ayer?
-¿Quieres que lo haga?- preguntó la ojimarron y vio a la niña asentir tímidamente
-Tengo miedo de caer- admitió.
-Esta bien yo te ayudo.
Lo que resto de la tarde liah y Ana lo pasaron viendo películas en pijama una vez que se cambiaron las que ya traían, estaban sentadas en el sofá una junto a la otra en silencio, solo se escuchaban las voces de los personajes inundando la estancia, Ana de vez en cuando sorprendía a la pequeña mirándola fijamente y corriendo la vista rápidamente cuando la atrapaba haciéndolo, Ana sonreía al ver el rubor de las mejillas de liah pero prefería no decir nada para así no avergonzarla más.
Ana llamó a Ericka cuando la primera película acabó y le pidió que fuera al día siguiente por la mañana, no le dio muchos detalles simplemente le pidió que fuera el día siguiente por lo menos unas ocho horas mientras ella volvía del trabajo, la mujer acepto poniendo de condición que no se tardara porque ella debía regresar a su propia casa a atender a sus hijos que regresaban del colegio.
Miraron al rededor de 3 películas cuando liah comenzó a bostezar y su cabeza tambaleaba hacia adelante indicando que se estaba durmiendo.
-¿Ya quieres ir a la cama?- preguntó Ana y la niña asintió adormilada, ambas caminaron escaleras arriba en silencio después de apagar todo, y se cepillaron los dientes en el baño del corredor, Ana ni si quiera recordaba la última vez que había usado ese baño, siempre usaba el suyo propio que tenía en la habitación pero esta vez quiso utilizar este para que liah no se sintiera sola mientras se cepillaba los dientes.
Ana ya caminaba a la habitación de invitados cuando se percató de que liah no la seguía, se había quedado parada en el corredor con las manos entrelazadas en su espalda y mirando el piso.
-¿Sucede algo?.
-Yo...me preguntaba si- la niña hizo una pisa y la miro con esos enormes ojos marrones- ¿Puedo dormir esta noche con usted?.
-Si, claro- dijo Ana desconcertada y levantando ambas cejas - vamos entonces.
Liah sonrió y corrió a la habitación de Ana y se metió bajo las sabanas sin esperar un minuto más, cuando Ana se recostó junto a ella la pequeña de ojos cafés se acurrucó a su lado y puso su pequeña mano en el pecho de la castaña.
-Hasta mañana.
-Descansa liah- dijo besando su cabeza y envolviendo sus brazos alrededor de ella.
Aquella noche liah no se levanto llorando en la madrugada por pesadillas, esa noche la que lloro fue Ana sintiendo que había perdido tanto sin haberse dado cuenta, lloro al pensar que esa era su hija y jamás había podido disfrutarla de la manera en que ahora lo hacía y lloro mas al pensar que si ella realmente era su hija, liah no la vía más que como una desconocida amiga de su otra madre.
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La llegada de Líah ( VerAna )
RandomAna Gabriel, 25 años, dueña y presidenta de Araujo's Banck Company. Verónica Castro, 24 años, bisexual, especialista en repostería. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ --- [algunos personajes no me pertenecen, le pertenecen a la historia original] Esta hist...