Avatar [Aonunete]

3. Una señal

Neteyam se adentro a aquella pequeña cueva formada por algunas ramas, viendo a su madre sentada con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Entra Neteyam—el mencionado hizo lo pedido

Detrás de él había entrado su abuela, quien cerró el lugar para no ser interrumpidos, mientras el se sentaba frente a su madre en aquel lindo tapete tejido a mano.

—hijo, tu abuela y yo queremos hablar contigo—

—si, díganme que sucede—

—neteyam tu eres un gran guerrero, sin piedad a quien no lo merece—su abuela se acercó a él se puso en cuclillas y lo abrazó por los hombros.

—Ya ha sucedido que te encuentras con Uniltírantokx de la gente del cielo o con humanos, y los haz asesinado—Neteyam estaba entendiendo por donde iba la cosa—Y aunque este era un Na'vi como nosotros...tu le perdonaste la vida, ni siquiera lo heriste como advertencia—

—Mi querido nieto, ¿Por qué salvaste a este Na'vi?—

—Pues...vi una señal de Eywa

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Neteyam se encontraba explorando y practicándo su tiro con arco en el bosque, por la mañana tuvo una pequeña crisis con respecto a su futuro, de verdad quería se el proximo Olo'eyktan?, no lo sabía y eso lo estresaba así que por consejo de su querida hermana Kiri, fue al bosque a despejarse.

Pero en eso algo o más bien alguien lo saco de sus pensamientos, sostuvo su arco con fuerza mientras se escondía en entre los árboles.

Era a caso ese un Na'vi?, parecía diferente, su piel era azul pálido, su cola era...interesante; pero lo que más llamó su atención es que vestía como la gente del cielo al igual que portaba sus armas, será acaso un nuevo tipo de Avatar...

Como fuera, estos estaban totalmente prohibidos ahí, nadie que estuviera relacionado con esos invasores podía siquiera pensar en poner un pie en su querido bosque.

Con total cautela apunto hacia aquel extraño con su arco dispuesto a atravesarlo con su flecha.

Pero una pequeña semilla que parecía danzar con el viento lo detuvo, comenzó a admirarla, se sentía afortunado de poder ver una Atokirina; lo que no se esperaba era que se posará en la punta de su filosa flecha.

Entonces bajo su flecha aún un poco dudoso...

—¿Quién eres?...—dijo en un pequeño susurro que se fue con el viento.

Y fue entonces que la pequeña atokirina se fue bailando con el viento.

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Neytiri sentía familiar esa historia, algo que por sucesos del pasado la preocupo un poco...y Mo'at se percato de eso.

—Bien, te puedes retirara, ve por Ao'nung para la cena y después muestrale donde dormirá—Neytiri intento no mostrar su inquietud

—Bien, me retiro, con permiso madre—hizo una pequeña reverencia con intención de irse pero se paro en la entrada.

—Como sabían que lo salve—pregunto solo volteando un poco su cabeza

—Estas hablando con la Tsahik y la antigua Tsahik...sabemos cosas mi querido nieto—Mo'at soltó una pequeña risa al final al ver salir a un confundido Neteyam.

Ao'nung se sentía un poco incómodo, había algunos Na'vis en aquel sitios que no lo paraban de mirar, algunos con curiosidad y podría jurar que otros con algo de desprecio.

Y aquel chico, que si no mal recordaba se llamaba Lo'ak, no le aparto la vista en ningún momento, se sentía algo incómodo y enojado.

Escuchaba murmullos entre los jóvenes Na'vi que se encontraban ahí, decían cosas como "es diferenciar", "su cola es muy rara", "no podrá aprobar ni aunque las pruebas fueran para niños", "no se ve muy Ágil".

En eso vio llegar a aquel Na'vi que lo había salvado de una muerte segura y dolorosa...

●Atokirina (semilla del árbol de las almas)

●Uniltírantokx (Un caminante de sueños -humano‐ en el cuerpo de un Avatar)