Una Vida Ennegrecida

Anillos de libertad 3.3 Acero quebradizo

(Arcturus Black - PoV)(Pasado reciente)

Después de mi pequeño viaje encantador para visitar a Dumbledore ayer, supongo que es hora de pasar por Malfoy Manor. Prometí mantener informado a Lucius y, de hecho, tenemos algunos asuntos muy importantes que discutir.

Un ligero giro y estallido y me encuentro justo donde deseaba, justo fuera de la línea de protección de Malfoy Estate.

Observo el césped a medida que avanzo por el sendero y, como de costumbre, quedo impresionado. Quienquiera que haya mantenido el césped hace un trabajo excelente , está impecable y es apropiado para la temporada.

Haciendo una pausa momentánea en mi paseo con una leve sonrisa, permito que la ostentación de los pavos reales se abra paso a través del camino frente a mí. A pesar de las muchas, muchas bromas y comentarios hechos a su costa, Lucius nunca los eliminará, considerando que su amada madre fue quien los agregó a la herencia.

Ah, qué hermosa y encantadora mujer la difunta Lady Malfoy. Su muerte, al dar a luz, junto con la del hermano de Lucius, que nunca será nombrado, fue una verdadera tragedia. Uno del que Abraxas nunca se recuperó, lamento decirlo...

Mis cavilaciones continúan a medida que avanzo por el sendero, pasando junto a estatuas y setos cuidadosamente recortados.

Si bien uno nunca podría decirlo al mirarlo, el querido Lucius tuvo que crecer bastante después de ese incidente. Cuando el viejo y amargado Abraxas murió de un caso repentino de viruela del dragón justo después de que naciera el joven Draco, bueno, nadie se sorprendió ni se preguntó demasiado.

Y desde entonces, Lucius no ha hecho nada más que adorar a la mierdecilla mimada. Espero que funcione mejor para ellos que para mí y Orion.

Al llegar a la gran puerta, suspiro en la aldaba dorada en forma de M, usándola con gran desgana.

Será mejor que Lucius tenga cuidado, su extravagancia se está volviendo rápidamente desmesurada.

En unos momentos, la puerta se abre y un ojo se asoma desde la altura de la cintura.

"¿Señor Black, señor?" el elfo doméstico, Dobby si mal no recuerdo, pregunta.

"Ah, buenos días, Dobby, ¿verdad? Estoy aquí para hablar con Lucius si está disponible. Por favor, dile que se trata de ese terrible asunto con Dumbledore y la Niña-Que-Vivió, ¿quieres?"

Los ojos de la pequeña cosa se abren cómicamente y jadea antes de cerrar la puerta.

Me quedo afuera, mirando la puerta cerrada con leve sorpresa.

Se suponía que me invitaría a pasar a esperar primero, pero Dobby siempre ha sido... raro. Supongo que debería estar molesto, pero es muy difícil estar enojado con los elfos domésticos. Son criaturas tan leales y bien intencionadas. Lucius, sin embargo, no estará contento con eso.

Me tomo un momento para ajustarme la túnica mientras espero, pero no pasa mucho tiempo antes de que la puerta se abra de nuevo, esta vez de par en par cuando me saluda un Lucius iracundo.

"¡Arcturus! Mis más sinceras disculpas, Dobby-"

"Muy bien, Lucius, muy bien. Entiendo que puede ser excitable, nos pasa a los mejores", le aseguro.

"Yo... muy bien, gracias por ser tan comprensivo. Por favor, pasa, pasa", dice, haciéndose a un lado para que yo pueda pasar.

Después de entrar, hacemos una pequeña charla en nuestro camino a su estudio. Sin embargo, mis temores sobre su gusto se confirman, ya que la mansión que alguna vez fue majestuosa y elegante se está volviendo cada vez más llamativa. Me temo que es solo cuestión de tiempo antes de que se parezca más a un burdel caro que a la casa de una noble familia de magos.