04

522 68 66
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



🥖

Iván abrió los ojos lentamente, frotando de estos y levantándose de su cama. No sabia que horas eran, pero en realidad no importaba. Sus días eran tan monótonos que sin duda preferiría seguir dormido todo el día.

Eso, hasta que conoció a aquel chico de ojos verdosos. Iván desde que lo conoció es mas feliz, y podría decirse que tiene otro motivo de seguir vivo. Quería demasiado a aquel chico enérgico.

── ¡Iván! ─ gritaron desde fuera de la habitación ─ ¡Maldita sea Iván, mas te vale estar despierto!

abrieron la puerta del habitación de Iván, dejando ver a un hombre alto, delgado y de cabello castaño algo canoso.

── E-estoy despierto ─ hablo tímidamente, mientras se abrazaba asimismo.

El hombre se acerco a Iván de manera desafiante, y tomo su mandíbula con fuerza, haciéndole levantar la mirada, la cual se encontraba cristalizada y con terror.

──  Ivi... ─ el hombre apaciguo la voz, y con sus dos manos acuno el rostro del niño ─ sabes que nadie mas que yo te ama. No olvides eso. 

El hombre se acerco a Iván, dejando un corto beso en los labios del menor.

Iván ni se inmuto. Odiaba ese sentimiento, odiaba a ese hombre. Pero no podía reprochar, o moriria.

Odiaba como ese hombre lo miraba. Iván no era tonto, la mirada del hombre desbordaba lujura y deseo. Era asqueroso. No como la mirada de Rodrigo. aquellos ojos verdes que le generaban calidez, se sentía querido cuando miraba a Rodrigo.

El hombre comenzó a besar el cuello de Iván, mientras sus manos pasaban por debajo de la camisa de este, tocando cada parte del delicado y suave torso del menor. Iván sentía repulsión, y en su cabeza solo quería huir de aquel lugar.

Miraba siempre la pequeña ventana. Le preocupaba que Rodrigo apareciera en cualquier momento y lo mirara en aquella vergonzosa situación. Siendo violado por un hombre.

Era un niño joven, que merecía salir a jugar con otros niños, o comer dulces y bañarse bajo la lluvia. Pero el solo recibía golpes y toques innecesarios. Odiaba su vida. Odiaba tener que soportar a aquel hombre que si no lo tocaba el, otros hombres jugaban con su cuerpo. Eso era Iván, un juguete que cualquier hombre lujurioso usaba para saciar su hambre.

Pequeñas lagrimas cayeron de sus ojos, apretando sus dientes para evitar gritar del dolor. Odiaba ser tocado por aquel hombre.

Algún día su sufrimiento acabaría, estaba seguro de eso.

...

Rodrigo corrio por las calles del pequeño pueblo, había terminado de jugar con sus amigos, y ahora se dirigía hacia la casa de su otro amiguito. Le contaría como ayudo a triunfar a su equipo en una partida de futbol.

y al llegar, atravesó aquellos arbustos y se acerco a la pequeña ventana, arrodillándose y viendo que su amigo se encontraba en la cama.

── Pst, Ivi, ¿estas dormido?

── No, no lo estoy. ─ respondió Iván algo decaído, mientras todo su cuerpo era cubierto por su sabana.

── ¡Perfecto! por que quiero contarte sobre mi victoria. Soy muy bueno jugando futbol. La próxima te dedicare un gol.

Iván rio un poco, y intento bajarse de la cama, pero al estar en la orilla de esta se despoblo, cayendo al suelo.

── ¡Oye, ¿estas bien?! ─ pregunto Rodrigo algo exaltado, viendo como Iván se arrastraba hasta llegar a la orilla de su cama y apoyarse en esta.

── S-si... solo me duele un poco el cuerpo.

── Ah... como digas... Si quieres puedo traerte una pastilla, o algo.

── No, no. Así estoy bien.

Rodrigo miro a su amigo, el cual se encontraba portando su mítico camisón blanco largo, que le llegaba como por la mitad de los muslos. También notaba unas parcas rojas, parecían marcas de unos dedos, pero a los ojos de Rodrigo eran simplemente unas marcas. Pero lo que mas le llamo la atención eran algunas gotas de algo blanco, que se escurrían por las piernas del azabache, confundiendo mas a Rodrigo.

── Oye... ¿Qué es eso que cae de tus piernas? ¿seguro que estas bien?

Iván se alerto, y toco sus muslos, sintiendo lo que hablaba Rodrigo. Sus ojos se cristalizaron, y el pánico y terror inundaba el cuerpo de Iván.

── ¡Vete! ¡Anda, vete rápido! ─ grito, mientras grandes lagrimas salían de sus ojos.

── Pero... aun no te he contado bien lo que me paso hoy.

── ¡Que te vayas, maldita sea, vete, no quiero verte! 

Rodrigo se asusto un poco. Y sin decir una sola palabra, se levanto del suelo y salió por los arbustos de aquel lugar, dejando a Iván allí. devastado.

Lo único que pudo hacer fue quedarse allí, llorando y lamentándose de su vida. Se odiaba.

755 palabras 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

755 palabras 

😿

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐦𝐞, 𝐦𝐲 𝐚𝐧𝐠𝐞𝐥. ──── (𝐑𝐎𝐃𝐑𝐈𝐕𝐀𝐍)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora