05

271 38 19
                                    

Rodrigo caminaba devuelta a su casa. Se preguntaba el por que su amigo habia reaccionado asi, despues de todo, el solo le pregunto algo. Ni siquiera tuvo tiempo de contarle como su equipo de futbol fue victorioso gracias a el.

── ¡Hey tu, el que robo panes!

A Rodrigo se le heló la sangre, quedandose petrificado en su lugar, toda la gente que pasaba por el lugar se le quedo viendo, sus mejillas se tornaros rosas de la verguenza.

Lentamente se dio la vuelta, topandose con aquel chico, el hijo del panadero. 

── Ese idiota... ─ mascullo, apretando fuertemente sus puños. El chico se acerco a el, quedando justo en frente, regalandole una gran sonrisa. Rodrigo estaba que echaba candela de las orejas.

── ¿me recuerdas? Soy germ-

── Claro que te recuerdo.─ Rodrigo se cruzo de brazos ─ y no me caes bien. 

German se mostraba confuzo, alzando una ceja mientras que su sonrisa se borraba poco a poco.

── ¿por que? ni siquiera me conoces tan bien...

── ¡Como se te ocurre gritar eso! ─ Rodrigo miro hacia ambos lados, dandose cuenta que la gente seguia en lo suyo, aliviando al castaño. ─ ya, da igual. Pero no me agrado eso.

── Como digas... ¿quieres probar un pan? es que estoy aprendiendo para asi poder ayudar a mi padre, pero necesito a alguien que me ayude...

Rodrigo se lo penso un poco. Pero termino accediendo, al fin y al cabo, comeria pan gratis.

...

── ¿y bien? ─ pregunto German un tanto angustiado por la respuesta de Rodrigo.

Se encontraban en la cocina de la panaderia, Rodrigo estaba sentado en un banquito, dandole un mordisco a la pequeña mogolla que habia preparado German, este simplemente lo miraba.

── Pues... le falto hornearse un poco, y esta algo salado. 

German chasqueo la lengua

── ¡Agrh! ¡Primero me quedo muy dulce y ahora muy salado! ─ se quejo, cruzandose de brazos y sentandose justo en la banquita de al lado de Rodrigo

── Ya aprenderas. Cuando necesites mas opiniones, buscame.

── Gracias... Oye ¿te puedo preguntar algo?

── Claro. ─ respondió German, limpiando un poco el desastre de harina que había dejado en la cocina.

── ¿Conoces al niño que vive en el sotano de la segunda casa del callejón que queda a la vuelta?

German lo miro, alzó su ceja y puso su mano en el mentón, tratando de recordar pero negando.

── hasta donde se, no viven niños en ese callejón, algunas casas están inhabitadas y en otras viven ancianos. Aunque... ─ german se acerco a la puerta de la cocina, asomando su cabecita para asegurarse de que no viniera nadie. ─ mi padre dice que en esa casa a la que te refieres suceden cosas malas.

Rodrigo lo miro sorprendido ¿a que se refería con cosas malas?

── me dice que no me acerque y no suele hablarme mucho del tema, pero un día lo escuche hablando con una vecina sobre esa casa y que en la purita noche se escuchan ligeros gritos o quejidos.

Rodrigo cada vez quedaba más anonado con lo que decía German y por alguna extraña razón su piel se erizaba.

── ¿y quien vive allí? ─ preguntó Rodrigo, altamente interesado en el tema.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 25, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐦𝐞, 𝐦𝐲 𝐚𝐧𝐠𝐞𝐥. ──── (𝐑𝐎𝐃𝐑𝐈𝐕𝐀𝐍)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora