no eran aquellos ojos los que iluminaron mi sendero
no fueron aquellos labios los que me incitaron a la locura,mucho menos a la demencia entera.
fue más bien su lindo corazón dulzón,
aquel que me cautivó entero.
aquel que sembró en mi la felicidad eterna
y generó en mí,todo lo que por nombre y por como se siente,es amor.
