gamer | minayeon g!p [CANCELADA]

🎮 - O8

Mina tenía las orejas totalmente rojas, sus mejillas estaban calientes y no quitaba la mirada del suelo.

Nayeon vio eso demasiado tierno, así que dejó un beso en su sien y volvió a lo suyo. La comida estaba en la mesa y ella tenía hambre.

Mina a penas si habló, sólo asentía a los comentarios al aire que Nayeon hacía y de vez en cuando comía lentamente. Al terminar y haber pagado cada una lo suyo, Nayeon le pidió acompañarla al baño.

El lugar estaba bastante limpio y no había gente, solo se oía como pasaban de largo.

Mientras Nayeon entró al cubículo, Mina se lavó la cara. Mierda y mierda. Se sentía totalmente penosa, Nayeon estaba siendo bastante buena en manejar la situación pero Mina no.

Tenía que admitirlo de una vez. Sí, a ella le gustaba Nayeon desde hace mucho, incluso antes de la fiesta que lo inició todo. Por eso no podía hacer mucho más que ponerse como tomate.

Además conocía como era Nayeon, siempre fue coqueta y linda con todos. Era imposible que estuviera haciendo esto seriamente, ella sólo quería divertirse.

- Oí que si te miras tanto tiempo al espejo entonces alucinas. - saltó en su lugar. Nayeon estaba a su lado ya secándose las manos, ¿cómo pasó tan rápido? - ¿Ya se te quitó la pena?

Mina se giró al espejo de nuevo. - No.

- Bien, tómate tu tiempo. - se apoyó en la pared y no dejó de mirar a Mina.

Malditos todos los santos. Mina sabía lucir esos pantalones negros tan anchos y esa camiseta blanca más grande que su talle ideal. Nayeon estaba usando una falda rosa con un top blanco igual que sus tacones. Sus estilos eran contrarios, sin embargo podían lucir bien juntas.

Juntas y tomadas de las manos, juntas y caminando por la ciudad en la noche. Juntas. Sólo ellas dos.

- ¿Cuándo nos mudamos a nuestro piso? - bromeó tratando de molestarla más, su mente estaba siendo un lío.

- Cuando quieras. - murmuró aún en la misma posición de antes. - Encontré unos muy buenos por aquí.

- ¿De verdad? - de su bolso de Hello Kitty sacó su teléfono y buscó la cámara. Se acercó a Mina, pasó la mano por su cintura y se apoyó en su hombro.

- ¿Qué-

- Shh, es la primera salida de muchas, necesito recordarlo. - y pronto su cámara sacó más fotos de las que debería. Fotos que iba a atesorar siempre. - Dime más, ¿qué tal esos lugares? ¿Crees que estén bien para nosotras?

Nayeon seguía junto a ella, tocándola y mirándola de una forma linda e inocente. Mina tragó saliva.

- S-Sí, están genial. Hay uno bastante bonito que tiene vistas preciosas desde la sala, una cocina espaciosa y dos habitaciones que-

- ¿Dos? - levantó una ceja y su mano comenzó a acariciar la cintura que nunca dejó de sostener. - Dormiremos juntas, a mí me gusta hacerlo.

- B-Bien, una habitación entonces.

- ¿No vas a poner resistencia?

- No, a mí también me gusta que durmamos juntas.

Nayeon giró a Mina para tenerla frente a frente. Tenía que mirar un poquito arriba pero estaba bien. Usó sus dos manos para sostener la cintura tan pequeña que Mina tenía y sintió como ella hacía lo mismo.

Se acercó peligrosamente a su rostro, estando ambas bastante emocionadas de eso. Nayeon fue la primera en mirar sus labios, Mina hizo lo mismo.

- ¿No vas a negar esto tampoco? - Nayeon estaba un poquito nerviosa, solo un poco.

- No.

- ¿Y no te importa que suceda en el baño de un Centro Comercial?

- No.

Suficiente para Nayeon, quien de inmediato pegó sus labios a los de Mina.

Un beso tranquilo y sin prisas, sintiendo las mariposas en el estómago y fuegos artificiales en sus mentes. Parecía que habían cumplido una gran meta, ambas querían eso desde hace mucho y no querían perder el momento.

A Mina le gusta apretar sus mejillas, descubrió eso rápido cuando la comenzó a acariciar ahí con las manos.

Pronto el beso se volvía más intenso y rudo, usando la lengua para jugar y pequeñas mordidas de labios. Nayeon se separó de ella con un suspiro y dejó sus frentes apoyadas.

- Creo que me gustas. - al diablo sus miles de preguntas y dudas. Nayeon tenía que decirlo, tenía que aceptar que le gustaba Mina de aquella manera.

- También me gustas.

Nayeon sonrió y se separó de ella. Soltó una risa al ver todo el labial que usó antes ahora en los labios de Mina. Le resultó incluso lindo verla así.

- Ven. - de su bolso sacó unas toallitas desmaquillantes y se acercó a limpiar el desastre que había hecho. - Mejor.

Y al final del día las dos sabían que se gustaban mucho, pero Nayeon aún quería continuar con su plan inicial.

Esperaba que lo lograra pronto.

final cerca?
ya lo veremos dijo el ciego