II

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II. Back home!!

«Puede que sea imposible disfrazarse con una identidad sin convertirse en lo que se finge ser»



Las ligeras voces de mi cabeza no me dejaban dormir, ¿porque estar tranquila cuando perfectamente se, que no pertenezco aqui o bueno, mi sub conciente no pertenece a este lugar.

Remus me abrazaba con fuerza, apegandome a su cuerpo, logrando sentir su calor y dulzura.

Tenia miedo.

Miedo de quedarme aquí para siempre.

Miedo de que está sea la vida que siempre odie.

Luego de unos segundos, se dió la vuelta dándome la espalda, me levanté con cautela de no despertarlo. No quería que me inundara de preguntas nuevamente.

Rebusque en los cajones buscando respuestas, pero solo encontré libros, pergaminos y recortes de periodico, no decían nada útil.

Salí de la habitación por algo de calma, para respirar aire fresco o por lo menos para respirar.

Entre a la cocina por un poco de agua y para mí sorpresa alguien más ya estaba ahí.

Era el anciano de hace un rato.

─¿Noche complicada?─Musito al verme llegar.

─Supongo─ Me límite a responder.

─No estarás pensando en huir, o si.

─¿Huir de quién?─Me apoyé con la espalda en la pared y los brazos cruzados sobre el pecho.

─Tal vez podrías mentirles a ellos─ Señaló hacia arriba─Pero no a mí.

─Nunca..podría─Susurre nerviosa.

Ya lo sabe, definitivamente lo sabe.

─Elizabeth, siempre te considere una mujer fuerte y valiente, y creeme que me lo haz demostrado muy bien...─ Empezó diciendo─Pero, simplemente hay cosas que no me cuadran.

Me quedé en blanco.

─Estas aqui y en todas partes..─Rio ligeramente─Con el pasar de los años, haz cambiado...

─Tenia que hacerlo, no podía ser la tonta niña inocente toda mi vida─Lo interrumpi.

─¿Desde que perspectiva me estás hablando?.

─Desde la mía.

─Ella─Señalo una foto en la pared donde aparecía yo─ O tu.

─Ella.

─Interesante, muy interesante...eres muy ingeniosa. La verdad, no entiendo porque estás aquí y a dónde se fue ella, pero sea lo que sea es por alguna razón...

─¿Que espera usted que haga?

─Que sigas fingiendo ser ella, hasta que lo descubramos.

─¿Juntos?.

Asiente.

─Si, juntos. Ahora regresa a la cama, remus no tardará mucho en despertar y en salir a buscarte, después de todo es tu «Futuro esposo».

Efímera existenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora