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Alguna vez suturé heridas que no hice, algunas veces las deje cerrar por sí solas. Otras simplemente permanecen abiertas, pero ya no duelen. 


La flama de mi alma jamás se apago...



Llegó el día en que el sol alumbró de nuevo mi ventana. 



De ahora en adelante, serás "El papalote" Porque vuelas a la menor provocación de ventisca.  

Estos son, tal vez, pedazos de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora