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Pequeña niña ingenua, se entregó por amor.

Pequeño ángel bondadoso, creyó que hacía lo mejor, dando su vida a alguien que amaba también se entregó por amor.

Maldito diablo inhumano, solo le interesaba el placer.

No le importo ver aquellos ojos con lágrimas, o esa carita en busca de una explicación, no le importo en lo más mínimo que alguien amara su corazón. Un corazón oscuro y lleno de rencor.

— ¿Qué estás haciendo? — pregunto con temor.

Había una vez un ángel que se enamoró, pequeña ángel inocente, pequeña y gentil, en busca de amor se cruzó en el camino incorrecto y él la tomo.

— Te lo advertí ángel, ¡Lo hice! — el enojo lo consumió, deseaba verla temiendo, deseaba verla sin vida. - Dile que se vaya - escupió con ira, aún no estaban solos, él necesitaba tenerla.

— S-si — obedeció y entonces la soltó, aquellas manos quedaron marcadas en su piel, un vivo recuerdo de que al diablo hay que temer.

¡Corre! Toma su mano y huye, puedes tomar valor si tu mejor amigo está a tu lado ¡Corre porfavor!

-— ¿Jenny? — Kevin la llamo, sabía que algo no andaba bien, que debía alejarla de ese lugar.

Todo se salió de control.

Lo sabían.

Los celos son malos.
La sumisión también lo es.

Engañarse que eso era amor no termino nada bien.

El diablo no negocia, desde un principio te lo advertí, tomaría lo que deseara, no importa el precio que pagara.

Pequeño ángel inocente, en busca de un poco de amor, su mano yace sobre su pecho llena de dolor, Kevin esta por irse, Kevin no se encuentra bien.

— ¡Qué fue lo que hiciste! — gritó mirando a su novio.

El diablo sonríe con orgullo, ya nadie estorba en su camino.

— Lo necesario para que te quedaras — lástima que eso no funciono.

¿Recuerdas que te dije que huyeras? Lo hice por tu bien, no es la primera vez que tiene a un ángel bajo sus pies, le quita sus tesoros y las hace estremecer.

— ¡Despierta... ¡Por favor abre los ojos! — grita con desespero. Kevin ha muerto, un cuchillo atraviesa su pecho.

Te lo advertí ángel, el diablo no puede amar, no siente amor, jamás lo harás cambiar.

No fue el príncipe que deseabas, solo el monstruo bajo tu cama.

Ambos están malditos, de por vida lo estarán.

— De-déjame ir... — tartamudeo desde su cama.

Él no obedeció, tomo aquella arma, guardada en el cajón, ella jamás busco entre sus cosas, siempre confío en él. Él lo hacia todo el tiempo, buscar nuevos angeles para hacerlas enloquecer.

Un ruido seco se escuchó en la habitación, los gritos y lamentos cesaron, aquel corazón inocente poco a poco dejo de latir.

Sabía que esto pasaría.
Pequeño ángel, pequeña Jenny, él ya no te quería.

Solo era cuestión de tiempo, de oportunidad y las cosas así terminarían, crudo y realista, en realidad ¿Qué es el amor? ¿Estar con alguien malo que crees bueno? O vivir engañada a qué podrás tener tu cuento de hadas.

Jenny solo era una chica, pequeña e inocente.
Kevin solo era un chico, sumamente enamorado.
Valentine era el diablo, el rey de la oscuridad, aquel que hacía temer a todos y lleno de maldad.

Janny era una más. Jamás fue importante.

— Hola bonita, soy Valentine ¿Te acompaño a tu casa? — ella sonrió. En cuestión de poco tiempo, otra víctima encontró.

Devil Doens't Bargain✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora