Diario De Un Decadente

CHAPTER 3

Esta noche no es como cualquier noche, esta noche volviste a mi en forma de insomnio a visitarme, para conversar de nuestro pasado juntos, de lo vivido y lo echo; hoy, viniste de nuevo, como lo haz echo cada noche desde aquel sábado; hoy volviste en forma de llanto y lágrimas, la manera en que muchas veces viniste a mi estando juntos, estando tú presente.

Esta noche de martes moriré, moriré en nuestro pasado, en el presente inexistente de un "nosotros", del cual cada mañana me levanto sin vida.

Hoy volviste preguntando:

" ¿Hiciste lo correcto?"

Si verdaderamente hice o no lo correcto, volviste a restregarme la soledad a la cual pertenezco; al cerrar los ojos volviste en forma de un hermoso recuerdo, en dónde me mostrabas todos los momentos donde estábamos frente a frente y me prometías que jamás me fallarías. Acompañando a la luna en esta noche vacía, fría e insomnica.

Tan solo nosotros, tan solo nosotros tres, únicamente en esta habitación:

" la luna
tu
y yo."

   Hoy vuelves porque te extraño, pero también vuelves porque te olvido.

Cada día que pasa es un recuerdo menos, un dolor pasado y un momento borroso; cada hora que pasa se menos de ti, a lo mejor ya eres feliz, a lo mejor también me extrañas, no lo sé; podré saberlo solamente si la luna permite que tu alma y la mia se conecten desde la luz de ella y nos genere ese sentimiento...

Ese hermoso sentimiento perdido, esas maravillosa ganas de necesitarnos.

Me conformaré hoy con tu foto, la veo a diario; conservo tu pañuelo que aún mantiene tu aroma, nuestras fotos, para aún sentir que nos amamos, y que esto es temporal.

Mientras me alistó para vernos, acomodo nuestra foto juntos, justo en frente de mi cama, y me despido de ti en forma de mis pensamientos y recuerdos y me despido de tí en forma de insomnio.

Y espero cada noche con ansias porque cerrando mis ojos es la única forma de verte otra vez aunque sea solo un simple sueño, una última vez.