Noveno capítulo

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Pasaron un par de días antes de que JiMin pudiese visitar a su querida entrevistada, no es que no lo hubiese intentado, ya que se pasó igualmente por el asilo tal como hacía día tras día. El motivo era curioso, en aquel tiempo la anciana recibía visitas de su familia, principalmente de sus nietos y al igual que la vez anterior, fue la propia señora Kim quien prefirió no juntarlos en una misma habitación.

JiMin, quien siempre tenía una buena perspectiva ante la adversidad, en lugar de deprimirse, tomó la situación como una oportunidad de poder transcribir lo escuchado; sin embargo, entre medio también ganó una nueva "conocida", por así decirlo.

SeulGi era el nombre de la enfermera que, sin querer, interrumpía a Solar en cada uno de sus relatos. La chica en sí, lucía de aspecto dulce a pesar de poseer una mirada afilada y luego de explicarle la situación de la señora Kim respecto a las visitas, procedió a meterle conversación. La joven castaña le agradeció sinceramente lo que estaba haciendo por la anciana, ya que tenía la sensación de que necesitaba ser escuchada, pero no confiaba en nadie del asilo y su familia no solía visitarla con frecuencia. Desde esa breve, mas, significativa charla, el futuro periodista fue saludado con más confianza y cariño que antes.

Hoy no fue distinto, SeulGi le informó con una sonrisa que la señora Kim por fin podría recibirlo y así fue como entró a la habitación que tan bien conocía, con claro contrabando azucarado en su mochila y absoluta disposición a escuchar a su amiga.

─Tiempo sin verla, señora Kim─ se sentó JiMin tras acercar la silla de siempre y entregó las galletas de chocolate que traía el día de hoy.

─Y que lo digas, mi querido niño─ suspiró la anciana en medio de una sonrisa divertida. ─Debo admitir, con el dolor de mi alma, que te prefiero a ti sentado frente a mí, que a mis pobres nietos.

─Vamos, no diga eso, Señora Kim─ JiMin ya estaba acostumbrado a esas salidas extrañas de la anciana, por ello sólo le quedaba reír y seguirle el juego, pero en el fondo si le sorprendía la liviandad con la que despreciaba a sus sucesores, esperando de todo corazón que su abuela jamás haya hablado así de él.

─No puedo evitarlo, es divertido ver sus malos teatros en busca de mi herencia, es una pena lo que han hecho mis hijos con su crianza, pero ya no hay nada que se pueda hacer─ la abuela suspiró y se acomodó mejor entre las sábanas. ─En fin, chiquillo, sigamos con la historia.

No recuerdo con mucho detalle los días que siguieron tras nuestra salida a la playa; quizá fueron momentos sin mucha importancia o es como si mi cabeza lo quisiera olvidar para no causar tanta desazón; sin embargo, tengo muy claro en mi mente el primer día de otoño.

John siguió visitando el bar, Byul nunca más tocó el tema por muy disgustada que se viera y mi mente seguía insistiendo que se trataban de celos comunes entre tanta pasión. Yo traducía todo momento que vivíamos como una novela de romance pasional, tal vez por esa razón me sentí con el derecho de celar de vuelta.

Fue una noche más en el bar en la que WheeIn y Byul se encargaron del show; yo estaba en la barra con mi fiel acompañante, pero en silencio, observando como las dos chicas bailaban haciendo un circo y entreteniendo a todos los comensales. Mis ojos siempre estaban fijos en mi preciosa alma gemela, la forma en que reía mientras daba vueltas tomada de las manos de su mejor amiga, disfrutando de su felicidad, hasta que un comentario que parecía no traer veneno, salió de la boca de John.

─Tal vez lo que diré parecerá una locura, pero es como si realmente se amaran esas dos─ dijo con diversión, balanceando el pequeño vaso de whisky en su mano.

─No es de extrañar, son mejores amigas─ respondí con una sonrisa, devolviendo mi atención al show ajeno de dos desquiciadas.

─No, me refiero a otro amor, algo así como amantes─. No pasaron ni dos segundos para que mi mirada cayera sobre él con sorpresa, preguntando con los ojos bien abiertos a qué se refería. ─Lo lamento, quizá fue desubicado de mi parte, debe ser por el alcohol─. Él rió, y como cada noche, pagó su trago y se fue, pero su comentario no dejó mi cabeza durante toda la noche.

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⏰ Última actualización: Jun 17 ⏰

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