CAP.10

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-¿Viktor?.-

Horacio despertó solo en el sofá, después de lo sucedido en la madrugada por fin se había quedado profundamente dormido y ni se enteró de cuando el mayor se levantó, sabía que necesitaba ayuda para subir al baño así que se incorporó rápidamente, lo buscó por la cocina y el salón encontrándolo sentado en una banqueta tomando un café.

-Joder qué susto, ¿hace mucho que despertaste?,- se acercó hasta quedar a su lado.

-Un rato, he tardado como quince minutos en hacer café,- pasó su mano por su rostro, estaba frustrado y dolorido,- esta herida me está jodiendo.-

-Tranquilo, ahora te ayudo a subir, nos duchamos y hacemos la cura, después te daré el analgésico, pasará el dolor...ya verás bebé,- dejó un tierno beso en la mejilla blanquecina sonriéndole después.

-Eso espero porque no puedo descansar mucho, me agobio sin hacer nada.-

Horacio se preparó un café, preguntó al contrario si quería algo para comer pero este se negó, estaba agobiado por la situación, los nervios agarrados a su estómago no le dejaban pasar nada de comida de momento.

-¿Qué pasó anoche?, te escuché salir,- preguntó concentrado en darle vueltas a aquel líquido marrón.

-Nada importante, escuché ruido fuera... pensé que era un gato o algo pero no había nada.-

-Ya...Horacio,- lo miró girándose despacio,- si pasa algo quiero saberlo.-

-No te preocupes, lo importante es que te recuperes, ahora tienes que centrarte en eso,- acarició su espalda apoyando su cabeza en su hombro.

Largos minutos tardaron en subir por aquellas interminables escaleras, normalmente se les hacían cortas pero ahora con cada escalón Volkov recibía un pinchazo en su muslo, gotas de sudor resbalaban por su cuello al hacer un nuevo esfuerzo.

-Joder, tenemos que pensar en algo, no puedes estar subiendo y bajando cada vez que quieras ir al baño o dormir,- el de cresta sentía el dolor como suyo al verlo sufrir.

-No quiero ser una carga H, debes volver a la sede hay que hacer muchas cosas y...-

-No voy a dejarte solo, de la sede se encargará Maia, ella y Alanna junto con los agentes pueden hacerlo bien, y ni se te ocurra volver a decir que eres una carga.-

-Ya pero...-

-Ni pero ni peras, si ocurre algo que requiera de mi presencia me avisarán, no te preocupes más por el trabajo.-

Una vez arriba el director ayudó a desvestirse al mayor, juntos entraron en la ducha, ambos desnudos con el subdirector agarrado al pasador, dejándose lavar por su novio quien muy despacio, suavemente, iba recorriendo su cuerpo con la esponja empapada en jabón.

Lavó también su pelo con cuidado, duchándose él después, cada uno con su albornoz se dirigieron a la cama una vez listos, Horacio secó a su pareja ayudándole a vestirse, lo tumbó en la cama y fué a peinarse al baño.

Mientras pasaba las puas por su cresta pensó en qué podían hacer estos dias que el subdirector estaba así, tenían dos casas pero en ambas el baño y el dormitorio estaban en la planta de arriba, sería horrible para el peliplata hacer todo ese esfuerzo dos veces al dia así que decidió alquilar alguna casa baja para poder atender a Volkov debidamente.

-Oye V, voy a salir un rato a mirar casas,- se sentó junto a él en la cama,- ¿quiéres un libro?, ¿te pongo la tele?, no sé, ¿qué te apetece?.-

-¿Cómo que casas?, tenemos dos H,- lo miró extrañado.

-Es solo para estos dias, cuando te recuperes volvemos aquí,- sonrió ampliamente.

-Bueno, podrías mirar algo en la costa, así al menos tendremos buenas vistas y podremos salir a caminar cuando pueda.-

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