CAP.5

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Horacio se encontraba en la entrada del Humane, un secuestro con diez rehenes se estaba llevando a cabo y él era quien había llegado primero. Alanna avisó a las demás facciones para pedir apoyo, les encargó que trajeran un par de blindados para cubrirse y algún equipo de buceo por si intentaban salir por la parte trasera.

El director se acercó a hablar con la persona encargada de negociar desde dentro dejándole una frecuencia de radio para poder llevar a cabo la conversación, se alejó cubriéndose detrás de su patrulla y esperó a que el resto de agentes se personaran en el lugar para poder comenzar.

Tres binomios de la lspd llegaron rápidamente, seis agentes bajaron de sus respectivos vehículos posicionándose cada uno en un lugar para coger un buen ángulo de tiro, entre ellos estaba Volkov quien se encontraba cerca del de cresta.

-Si quiere tomamos nosotros el mando,- dijo mirando a Horacio.

-No, en esta ocasión el fbi llevará el operativo.-

El ruso bufó, un bajo sonido que no pasó desapercibido para el menor, quien se acercó a paso firme hasta donde estaba el peliplata junto con su superior,- ¿hay algún problema?,- preguntó serio.

-Ninguno agente, encárguese usted pero nosotros tenemos prioridad al ser esta nuestra jurisdicción,- alegó el teniente que en ese momento era el mas alto mando de la lspd.

-No sé si sabe usted que para el fbi no hay jurisdicción, nosotros siempre apoyamos sin rechistar, acatamos órdenes aún siendo la máxima autoridad en la isla, este operativo es nuestro por la simple razón de que hemos llegado primero y ya hemos iniciado las negociaciones, mi agente se encuentra hablando con los secuestradores desde hace unos diez minutos y no voy a decirle que le pase el mando.-

-H no queremos interferir pero el teniente solo está...-

-¿Cuándo vais a empezar a obedecer órdenes de vuestros superiores?,- le cortó tajante.

-Diez cuatro, sin problema.-

Cuando el de cresta se dió la vuelta y caminó despacio hasta su posición, pudo escuchar algo que hizo que su sangre hirviera,- este tio es un poco idiota, ¿no?,- giró su cabeza hasta hacer contacto visual con el ruso esperando que lo defendiera de ese comentario, pero solo hubo silencio.

Cogió aire y llenó sus pulmones, suspiró y se dió de nuevo la vuelta caminando hasta volver donde estaban los dos agentes,- ¿cómo ha dicho?,- el teniente abrió mucho los ojos y carraspeó,- ¿puede repetirme a la cara lo que acaba de decir?.-

-H...no es momento...-

-Tú mejor cállate, ¿ahora eres el perrito de esta gente?,- el teniente se posicionó delante del director encarándole.

-Perdón por el comentario,- dijo con una risilla que al pelirosa le desquició.

-Lárguese de aquí, está usted fuera del operativo, yo mismo me voy a encargar de abrirle un expediente por faltas de respeto a un superior en mitad de secuestro.-

El teniente se marchó no sin antes llevarse a su malla de allí,- espero que usted y su agente puedan resolver esto solos.-

Horacio vió con rabia como Volkov se marchaba de allí, se había vendido a esa facción, en el pasado él no le hubiera dejado solo ni hubiese consentido que nadie le hablara así, una nueva decepción se instalaba en el pecho del director, ese ruso no paraba de sorprenderle pero para mal, no entendía que después de la noche anterior volviera a comportarse de esa manera.

-¿Qué ha pasado jefe?,- Monier se acercó al ver como los tres patrullas de la lspd se iban de la zona.

-Estos gilipollas que no aprenden a acatar órdenes, se creén que el sur es suyo y estoy hasta los cojones de que nos hagan de menos,- pasó su mano por su cresta e intentó tranquilizarse,- ¿cuántos sheriffs hay?.-

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