El Guardián de HanSol - VerKwan (6)

Capitulo Final: Dos Luces

Advertencia: Smut.
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Dos años después

SeungKwan y HanSol no saben en qué momento esos dos rayos de luz que llegaron a sus vidas comenzaron a formarse.

Si fue en el celo del omega...

–Ugh, H-HanSol, más rápido, más, más. -sollozó el lloroso omega.

HanSol tenía las manos puestas sobre sus anchas caderas mientras entraba y salía del delicioso cuerpo de su compañero.

SeungKwan tenía el rostro contra la almohada y apretaba las sábanas a sus costados cada vez que su marido empujaba con demasiada fuerza.

Una de las manos de HanSol recorrió su espalda y lo hizo tener escalofríos.

Entonces lo tiró del cabello hasta tenerlo sentado sobre sus muslos.

–H-HanSol. M-Muevete. -suplicó.– ¡AH!

El alfa le clavó los colmillos en el cuello.

"Tú debes buscar tu propia liberación, yo solo te presto mi cuerpo para que lo uses."

Usó el enlace mental para comunicarle aquello y luego lo soltó.

–Agh... -jadeó cuando pudo respirar nuevamente. Dejó caer la cabeza.– HanSol, no seas cruel. Me duelen mucho las piernas.

–Uhm, eso no parece importante cuando me despiertas de madrugada para que te dé un buen nudo. Saltas sobre mi hasta que lo logras y no digo nada al respecto. Ahora, estoy seguro de que si tanto quieres mi semilla en ti, podrás hacer un esfuerzo.

–HanSol. -sollozó.

–Adelante, bebé. -le dió un golpecito en la cadera y se echó hacia atrás. Acostado en la cama con SeungKwan bien clavado en su polla.– Me gusta esta vista. -pasó sus manos por la cintura y cadera del omega.– Pero quiero ver nuestros cuerpos unidos por mi pene mientras brincas sobre el. Vamos, bebé. Tú puedes. Yo te tengo.

–Oww. -SeungKwan entrelazó sus dedos con los de su esposo y empezó a dar débiles flexiones sobre él.

No era tan satisfactorio.

Estiró un poco más las piernas para poder caer con más fuerza.

Tuvo un tercio del miembro de su esposo fuera de sí y al momento de descender, la punta rozó la boca de su útero.

–Oh dios mío. -sus ojos se abrieron como platos.

–Eso bebé, sigue haciendo eso. -gruñó.

–Ngh. -salieron más lágrimas de sus ojos. Siguió moviendo su cadera de adelante hacia atrás mientras cabalgaba la polla de su compañero.– M-Más.

Largó un gemido y siguió saltando con más impetu.

–Más, más. Alfa, ayuda a tu compañero, te lo ruego. No puedo hacerlo solo, tú sabes que hacerme para lograr ver las estrellas. Ugh. -un duro golpe en su vientre.

–Ah, mi omega. Si es así.

Lo sostuvo con fuerza y empezó a embestir hacia arriba.

Pero también pudo haber ocurrido durante el RUT del alfa dos días después de que el celo acabó.

Dónde HanSol tenía a SeungKwan en la pared de la cocina.

–Mío.

–¡HanSol, espera!

El alfa le rasgó los pantalones y lo colocó en el mesón.

–Mío. Mi omega tan delicioso. -se lamió los labios y le sacó la ropa interior para abrir sus piernas y saborear el lubricante que se escapaba por su agujero.