Fénix

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Le grité a los cielos... Toqué fondo.

Ya no sentía mi alma, pero aún la oía llorar.

Las ganas de rendirme se hacían cada vez más presentes. La confusión invadió mi mente.

Estaba cegada, a punto de ser atada en un mundo oscuro.

¿Moriré aquí?

De pronto una puerta se entreabrió ante mí, era mi decisión cruzarla o no.

Ensangrentada, con el corazón en mi mano y un hueco en el pecho... decidí atravesarla.

Sola.

Tenía miedo.

Un mundo desconocido y la oportunidad de empezar de nuevo se dejó ver frente a mí.

Iniciaré otra vez.

Las heridas son tatuajes en mi piel, pero puedo decir que aprendí.

Soy cenizas, pero me convertiré en Fénix.

Las cicatrices son bellas rosas.

Las lágrimas siguen, pero estoy firme.

Seré un Fénix... lo incendiaré todo.

Y si caigo,

Renaceré otra vez.  

Colección de rosas secasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora