El Regresar De Los Reyes (Atem x Tú)

~3~

~Yugi~

Ha pasado una semana desde que comenzó el campamento, el tiempo pasó muy rápido, poco a poco nos hemos acostumbrado a la vida aquí.

Nos dirigimos a la cafetería para cenar con los demás, el día está por acabarse, y yo estoy agotado.

—Hola chicos. —nos saludaron Tea y Neb, ellas también se han vuelto unidas.

—Hola. —les respondí.

—¿(T/N) no vendrá a cenar? —preguntó Joey.

Tiene razón, no la veo por ningún lado, normalmente ellas tres están juntas.

—Si, pero dijo que no quiere encontrarse con Atem, así que entrará por la puerta de la cocina. —Neb levantó los hombros.

—Que raro, lo mismo dijo él. —Nuru caminó a su lado.

—¿No creen que esto se está saliendo de control? —nos preguntó Tea—. Es decir, que alguien no te agrade es una cosa, pero evitarlo a tal grado es...

—Raro. —respondí.

Y entonces recordé todo lo que había pasado en la última semana.

(...)

~Narradora~

La rivalidad y odio entre Atem y (T/N) eran tan grandes que no podían ocultarlos, no es que lo intentaran; durante un comida, Yugi, Neb, (T/N), y Atem estaban formados en la fila del bufete, eran los últimos, y la rubia intencionalmente tomó los dos últimos postres que quedaban. Dejando a Atem molesto por su descaro.

Mientras (T/N) pintaba con sus acuarelas una parte del bosque, los chicos quisieron entrar al lago a nadar, iniciando una competencia del mejor clavado. El tricolor no se dio cuenta de que ella estaba cerca hasta que la escucho quejarse, estaba empapada, fingió no verla solo para repetir su acción, y esta vez logró empapar su cuaderno de dibujo. Algo que enfureció a (T/N).

Entre las actividades del campamento estaba la práctica de tiro, Atem tenía un arco preferido porque era del tamaño justo para él, se había vuelto hábil con las flechas, tenían una puntería perfecta. Pero su hábito sería usado en su contra, (T/N) tensó un poco la cuerda del arco mientras nadie la veía, solo un poco, cuando llegó el momento de practicar, la cuerda se rompió, dándole un golpe en la cara al tricolor, dejando una marca roja muy notoria en su mejilla derecha. Y él supo en seguida quién fue la culpable del "accidente", porque escuchó su risa desde el campo donde jugaba voleibol.

Durante una competencia en canoas, el equipo de la rubia iba ganando, cuando los chicos llegaron a su lado, con los remos Atem salpicó agua al rostro de la chica. Esto fue a propósito para ella, y con sus remos golpeó "accidentalmente" el lugar del tricolor, haciendo que uno de sus remos cayera al lago.

—¡Lo hiciste a propósito! —reclamó.

—¡Tu me tiraste agua a la cara!

—Estamos en el lago, es obvio que vas a mojarte, por si no lo habías notado.

—Eres un cretino.