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Yoongi al fin había sanado.

Sus días de exploración volvieron a darse, pero esta vez con más cuidado y tan abrigado que parecía un oso que no hibernaba recorriendo el bosque.

Había aprendido una lección, no confiarse y cuidar de sí como debía porque estar con los mocos chorreando era algo que no deseaba volver a repetir.

Escuchar a Jimin era bueno, él sabía más sobre cuidar su salud. No tenía que confiarse solo por haber aprendido más.

Y bueno, tampoco dejarse llevar demasiado porque podía acabar hundido en un pozo de nieve malvada.

Uhg, horrible.

Pero curiosamente, Jimin le había hablado de que deseaba mostrarle algo ese día.

Fue extraño, Yoongi lo vió misteriosa con el móvil en la mano todo el día, anotando cosas, viendo videos mientras asentía con la cabeza otra sí mismo, así como también asomándose a cada segundo por las ventanas.

No sabía qué es lo que se traía entre manos, pero estaba muriendo por saberlo, y cuando la curiosidad le ganó e intentó saber qué es lo estuvo viendo, no se encontró con nada.

¡Murió de la intriga todo el maldito día!

Se lo preguntó miles y millones de veces pero el muy tonto solo sonreía con esa sonrisa tan estúpidamente linda y no le decía nada. Ese día Yoongi descubrió las ganas de golpear.

Pero se conformó con un abrazo suyo, que muy probablemente solo quería desviar su atención, y lo logró por un buen rato.

-Jimin, ¿Ya me mostrarás lo qué es?- el pálido preguntó, y sus preguntas quizá ya habían superado el montón de años que vivió como una estrella. Al menos así lo sentía.

-De hecho...-Jimin observó en la pantalla qué horas eran- Sí. Es hora, vamos.

-¿Dónde vamos?

-Ya lo verás, y te aseguró que- Jimin tomó una mochila y la cargó en su espalda. El fragmento de luna lo había visto preparar minuciosamente bocadillos y acomodarlos allí. Cada segundo que pasaba era un piquete más grande a sus ganas de saber-Te encantará.

El recorrido por el bosque fue lento, pues la nieve espesa era algo difícil, pero él no se veía apresurado. Parecía tenerlo todo calculado.

Yoongi quiso detenerse a preguntar al notar que estaban yendo cuesta arriba, al pico de una montaña no muy alta, ni muy empinada, pero con un risco al final que dejaba ver el paisaje.

Nunca subió hasta allí, pero estaba seguro... Ver las estrellas desde allí, seria un sueño hecho realidad.

Mientras llegaban al final del camino, donde los pinos solo quedaban a unos metros de sus espaldas, Yoongi admiró el cielo despejado y oscuro.

Y Jimin atibismó al mismo Yoongi, él era parecido a esas estrellas, sus orbes decorados en esos brillantes puntitos, su piel pálida como la luna, y el azabache cabello que podría esconderse entre la oscuridad fácilmente.

Después de todo, fue una estrella. Pero él creía que su belleza seguía destellante incluso más que las que estaban encima suyo.

-Bien...- Simplemente dijo, acercándose a una roca antes de limpiar cualquier rastro de nieve-Ahora sentemonos.

-¿Qué es lo que querías mostrarme?- volvió a cuestionarse, tomando lugar al lado suyo. Ambos admiraron el horizonte abierto y espacioso que le daba el paisaje.

-Lo verás pronto- Jimin solo pudo sonreír por su impaciencia y girar un poco los ojos, antes de dirigirlos arriba- Las estrellas están hermosas hoy.

Yoongi lo acompañó en ello, sí, era realmente hermoso, y una imagen tan... conocida y monótona para él.

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2023 ⏰

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Fragmento De Luna [JS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora