Capitulo XIV

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Aida.

Por favor Eros no te vayas.

Conduzco por las calles a toda velocidad, necesito llegar.

Acelero la moto, si, tengo la moto de Eros, el me había enseñado a manejarla.

_Aida, cielo, no te vas a caer.

Dice Eros riendo al ver que me he quedado dura sobre la moto.

_Pero - mis manos temblaban- No se como conducir esto. 

_Estoy aquí para enseñarte.

_¿Y si me caigo y me lastimo?

_Prometo que no te vas a lastimar.

_Y si...

_Aida. ¿Confías en mi?

Asentí.

_Entonces no tengas miedo, yo estoy aqui. No voy a permitir que te lastimes cariño.

Que tonta soy. ¿Como voy a dejarlo ir?

Debo llegar al puto aeropuerto.

_¿Que es lo que más te gusta de mi?

Eros me acariciaba la mejilla. Estaba acostado con el codo apoyado en la cama y con su mano sostenía su cabeza. 

_Absolutamente todo de ti me gusta, Aida.

Sus ojos brillaban. Ese azul intenso en el que tanto me gustaba verme reflejada.

_Tengo miles de defectos, Eros.  

_Y yo amo cada uno de ellos.

El corazón se me acelero.

_¿De donde has salido? ¿De un cuento de hadas? -Sonrío.

_Puedo ser tu príncipe azul si se te apetece.

_No, prefiero que seas Eros. Mi amargado.

El sonríe de lado y me besa suavemente.

Una lagrima baja por mi mejilla al recordar. Estoy por perder al único hombre que me ha tratado bien en mi vida. El único que si valía la pena.

Espera un poco más Eros...

Llego al Aeropuerto con el corazón en la garganta. Corro y no me importa que la gente me este mirando con caras raras. No tengo tiempo.

Lo busco sin descanso.

Finalmente me canso y me detengo para respirar, veo por las ventanas del gran Aeropuerto y veo un Avión despegando.

Por favor no.

Busco el televisor con los vuelos.

New York, Estados Unidos.

El mundo se me viene abajo al leer esas palabras.

Las lagrimas empiezan a caer por mis mejillas. 

Lo perdí. Es oficial, nunca habrá un nosotros. 

Me voy a sentar a una silla. Me siento mal, todo me da vueltas.

_¿Y por qué no me dejas intentar amarte?

_Porque seria jugar sucio, no quiero que tu misma te obligues a quererme, quiero que nazca de ti.

_Entonces... supongo que este es el adiós.

_Supongo que si.

_Adiós, Eros.

_Adiós, Aida.

¿De verdad esa fue nuestra última conversación...?

Me odio. Odio mi egoísmo. Odio mi orgullo. Odio todo.

¿Por qué no me di cuenta antes? Esto hubiera terminado distinto.

¿Por qué no me di cuenta que estaba enamorada? ¿De que quería todo con el?

Apoyo mis codos en mis rodillas y me tapo la cara.

Los ojos de Eros brillaban ante la luz de la luna, el me abrazaba y yo tenia mi cabeza en su pecho, mirándolo.

_Tus ojitos brillan. Amargado.

_Brillan por ti.

_¿Por qué por mi?

_Tu tienes ese efecto en mi Aida. Mi cuerpo reacciona a ti.

A él nunca le importo ser sincero con lo que sentía. Mientras yo... nunca le confesé nada.

Nunca le confesé la manera en la que mi corazón se aceleraba, como me sentía en paz cuando estaba con el, como mis ojos lo buscaban a el y solamente a el. Nunca le dije de lo feliz que me hacia sentir con sus comentarios, de lo hermosa que me sentía cuando el lo decía... de lo perdida que estaba.

De repente un pensamiento cruzo mi mente.

Yo no lo merezco. No merezco que me quiera de la manera en que lo hace. 

¿Que hubiese pasado si yo llegaba a tiempo?

El se habría quedado conmigo. Habría renunciado a todo solo por mi.

El merece ser feliz. El merece a alguien que sea segura y pueda amarlo incluso mas que yo.

Suspiré.

Ay Eros, eres el único que me amaría a pesar del mal que te he hecho.

Quizás no estábamos destinados.   Quizás el destino tiene pensado otra cosa para ti.

Debes estar adiándome ahora.

Bien hecho. Hazlo, estas en todo tu derecho.

Odiame, olvidame. Cumple tu sueños. Se feliz por ambos. 

Suspire.

Supongo que ahora si es el adiós Eros.

Lo siento. Siento lastimarme con mi Egoísmo.

Sali del Aeropuerto, el corazón me pesaba. Quería llorar, quería gritar, quería rogarle para que vuelva.

Me subí a la moto y regrese a mi casa.

Llore todo lo que tenia que llorar.

Y... decidí escribir una carta, con todo lo que tenia para decirle. Todo lo que me guardaría en lo mas profundo de mi corazón por el resto de mi vida.

Estuvimos destinados a querernos, pero no a permanecer juntos.

¿Que aprendi con todo esto?

No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

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Los últimos dos capítulos fueron cortitos porq bueno, son las perspectivas de cada uno.

¿que pasara ahora?

¿Conocerán a personas nuevas?

¿Eros va a ser capaz de querer a alguien tanto como a Aida?

¿terminaran juntos?

no c, ya lo veremos.

Ese otro no eres tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora