4 años después...
Aida:
Mis tacones resuenan por toda la habitación a cada paso que doy.
Mi elegante atuendo hace que bastante gente voltee a verme.
Haber sido representante de bastantes famosos es... complicado. Sobre todo si tengo que viajar de aqui para allá con ellos.
Mi último trabajo no termino muy bien.
Estoy por reunirme con mi jefe. Tengo un trabajo nuevo.
Hace cuatro años termine el instituto, no de la manera que me habría gustado, pero me gradué.
Ahora trabajo de algo que dentro de todo me gusta. Aunque mi pasión siempre fue otra.
Me siento en un sillón blanco esperando a que mi jefe termine su reunión y pueda hablar conmigo.
Agarro mi movil y veo que de nuevo soy un tema de conversación en bastantes medios de comunicación.
Mierda.
Moví mi pie nerviosa. Me metí en problemas.
Escuche la puerta abrirse y mire hacia esa dirección. John saluda a los inversionistas de no se que y luego me mira a mi.
_Hola Aida.
_Hola John.
Entro a su oficina y me siento frente a su escritorio.
_Vale tu siguiente trabajó...-el mira unos papeles- Debes ser representante de un basquetbolista profesional.
Ciertos ojos azules cruzan mi mente. Pero los aparto rápidamente.
_Vale... ¿Por cuanto tiempo es el contrato?
_Un año.
_De mas esta decirte que no hagas nada... no apropiado.
_Lo se, John.
El asiente y empieza a hablarme de lo que tengo que hacer.
Creo que me tengo que mudar un año a Estados Unidos. No me sorprende, el básquet siempre estuvo más que nada ahí.
Salgo de su oficina y voy hacia mi casa. Rachel viene a visitarme.
_¿Entonces donde te vas cariño? -pregunta ella curiosa-
_A Estados Unidos.
pongo dos tazas de café frente nuestro.
_¿Estas pensando lo mismo que yo?
_¿Logan?
_El otro.
Suspire.
_Eros...
_Exacto. No hemos sabido nada de ellos en años. Debo admitir que me dolió lo de Logan.
_El no te buscó más Rachel, no te merece.
Ella suspiro.
_Supongo que tienes razón.
Tómanos un cafe y ella me ayudo a empacar. Me tengo que ir pasado mañana.
No me ha quedado mucha gente aqui. Por eso no me importa irme.
Solo están Rachel y mi hermano. Después... nadie.
En fin. Pais nuevo.
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Bajo del avión luego de un vuelo largo y cansador.
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Ese otro no eres tu
RomansaEllos son totalmente distintos. Son como el agua y el aceite, sal y azúcar,día y noche,verano e invierno. Pero eso no impide que ambos se quieran....¿o si? Aida,una chica de 17 años,deberá elegir entre el que supuestamente era su chico ideal y el ch...