EUDAIMONIA - Lo'ak

1-SAUDADE.

Cuando llegue aquí tenía 19 años, viví la peor experiencia que pude a ver pasado. Mi cuerpo humano murió, y tuvieron que traspasar mis memorias a mi cuerpo Na'vi.
El morir es un gran trauma, cuando desperté en el Avatar sabiendo que no volvería a usar mi cuerpo humano sentí un vacío inexplicable. Mi cara humana era lo único que tenía de mi madre desde que vine a Pandora a los 12.

Mi hermano es un científico que "traiciono a la raza humana" Pero no, yo estoy segura que hubo una razón, y por esa razón estoy aquí. Llevo todo este año tratando de encontrarlo, pero nadie sabe donde está su base.

El Coronel Quaritch había revivido con sus memorias, ahora siendo un Na'vi, y estaba buscando destruir a Jake Sully, un amigo de mi hermano. No sé mucho del tema, no suelo hablar con soldados, no son personas que me agraden.

—Natalia, necesito que vayas al bosque por Venus, desde que descubriste que alterando su néctar tiene poderes sanativos tengo que investigar más para que logre hacerlo.-Dijo el científico a cargo de mi, Dániell Park. Venus es una flor de aquí de Pandora, bueno, así le decíamos nosotros.

Yo moví mi cola indecisa, desde que mi cuerpo verdadero murió en el bosque, le tengo una clase de pavor a estar en el.—¿No puede mandar a alguien más?

—No, está investigación es muy importante, y solo debe estar entre nosotros dos. Yo no tengo Avatar, así que es mejor que vayas tú.

Mi cola seguía moviéndose con nerviosismos, yo asentí resignada.

Tome mi mochila y eche cosas necesarias. Tome mi navaja por cualquier problema que se presente.
Salí de la base un poco asustada, volteé al cielo, todavía faltaba para que fuera el eclipse.

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Llevo tirada en el suelo buscando esa estupida flor más de 3 horas y aún no la encuentro. ¿Por que es tan difícil buscar esa maldita planta?

Me quejaba a mis adentros cuando escuche un ruido, rápido me puse a la defensiva sacando mi navaja.

—¿Quién anda ahí?-Dije en lengua Na'vi.

Nadie contestó, pero escuche un ruido y rápido me escondí entre los árboles. Si no lo hubiera hecho una maldita flecha me hubiera atravesado el craneo. ¿Que tiene Eywa en mi contra?

Camine sigilosamente hacia donde se había lanzado la flecha, hasta que siento una navaja en mi cuello. Mierda.

—¿Quién eres tú y qué haces aquí?-Me dijo un joven Na'vi en su lengua natal.

—Solo vengo a buscar una flor, soy científica y fotógrafa. No vengo a hacerle daño a nadie.-Dije tranquila en la misma lengua.

—¡Nadie te quiere aquí, Persona del cielo!-Yo iba a contestarle pero de repente empezaron a salir Atokiras y se posaban en mi. Recuerdo que la primera vez que encontré una le di un manotazo, y Dániell me regaño.—Madre Eywa ¿A caso me está dando una señal?-Dijo el chiquillo, yo estaba confundida.

Es muchacho me quito la navaja del cuello, pero luego me amarro las manos.—Vendrás conmigo.-Dijo en español.

—¡Sabía que hablabas español!-Dije después de que hablo, este solo me miro mal pero no le hice caso.

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