Mi Novio Asesino

Final

Lan Zhan y Wei Ying se dirigieron a la habitación de HuaiSang, una vez que estuvieron dentro se sentaron en el pequeño sofá que ahí se encontraba, esperando a que abriera los ojos, puesto que el doctor les había comentado que ya no tardaría en hacerlo, al pasar los minutos finalmente comenzó a moverse poco a poco, por lo que ambos chicos se pusieron de pie y se acercaron a la camilla, después de unos segundos HuaiSang abrió sus ojos y al momento de enfocar bien su vista sin duda alguna se abalanzó sobre WangJi abrazándolo fuertemente mientras un sollozo se escapaba de sus labios, Lan Zhan simplemente palmeó con suavidad la espalda de su amigo, confortándolo.

–Ya pasó A-Sang– el mencionado asintió levemente y se fue separando lentamente de su amigo, se giró hacia Wei Ying y también lo abrazó con fuerza, esta vez su abrazo fue correspondido.

–Nie xiong, finalmente todo se acabó– en cuanto terminó de decir eso HuaiSang se separó de él y miró a Lan Zhan con una mirada interrogativa, por lo que este simplemente  suspiró.

–A-Yang perdió por completo su dedo, el doctor nos dijo que aunque fue traído, estaba en mal estado por lo que la reimplantación no pudo llevarse a cabo–

–Debí de haber sido mas valiente– HuaiSang agachó su mirada mientras comenzaba a jugar con sus dedos, fue entonces que Wei Ying se percató de las manos vacías de su amigo así que sigilosamente buscó con su mirada en la habitación para encontrar el abanico de HuaiSang, pero al no encontrarlo se hizo la idea de que tal vez se haya quedado en la fábrica por lo que se hizo una nota mental de regresar a ese lugar y recogerlo para después entregárselo, pero no se esperó que HuaiSang comenzara a sollozar con mas fuerza, alertando a ambos chicos –Lo siento WangJi xiong, me estoy preocupando por Yang xiong y tu has de estar mas destrozado junto al señor Lan.

–¿De qué hablas A-Sang?– Lan Zhan tomó a sus amigo de los hombros y lo obligó a mirarlo.

–Wen Ning me dijo que A-Huan...– el sollozo se hizo mas fuerte –Que A-Huan falleció– las miradas tanto de Lan Zhan como de Wei Ying se oscurecieron al escuchar eso, pero fue Lan Zhan quien se puso de pie, colocó una mano tras la espalda de HuaiSang y la otra detrás de la rodilla cargándolo de manera nupcial –¡WangJi xiong!–

– Wei Ying abre la puerta por favor y trae el suero– el mencionado asintió con una sonrisa y los tres salieron de aquella habitación para dirigirse a la habitación VIP que le correspondía a su hermano, Wei Ying se adelantó y abrió la puerta dejando ver a un joven que aún seguía conectado a algunos cuantos cables, llevó la silla hasta la camilla y Lan Zhan finalmente bajó a su amigo y lo sentó –No sé que te habrá dicho ese imbécil, pero XiChen sigue vivo– HuaiSang tomó la mano de XiChen y la frotó suavemente.

–Con decirme que estaba vivo me bastaba– Lan Zhan miró a HuaiSang y una pequeña risa escapó de sus labios.

–Te conozco tan bien, que sé perfectamente que eso no iba a ser suficiente para ti, además de que no me hubieras creído y tu mismo vendrías a buscarlo en medio de la noche como todo un acosador– Lan Zhan se acercó a su Wei Ying y lo tomó de la cintura al notar que HuaiSang ya había enfocado su total atención en XiChen, con un suave movimiento de cabeza, ambos se dirigieron a la puerta para poder dejarlos solos, pero antes de salirse por completo la suave voz de HuaiSang se escuchó.

–Gracias, WangJi– la puerta finalmente se cerró y HuaiSang acarició con sutileza la mejilla de su amado, tratando de no hacerle mucho daño mientras que con la otra sostenía su mano –A-Huan...perdóname, no pude proteger el precioso regalo...el abanico que me diste– las lágrimas cayeron silenciosamente sobre su mejilla –Nuestra promesa...– HuaiSang recargó su frente en el pecho de XiChen y finalmente rompió en llanto al recordar como su abanico había sido reducido a cenizas.