Narrador omnisciente.
El sol resplandecía dando inicio a un nuevo día en la gran y hermosa ciudad de Yokohama.Saliendo de la ciudad, una joven azabache y de ojos violetas abría sus párpados con pereza, observando la red solana que se vislumbraba a través de su persiana.
Se giró, quedando boca arriba y observó el techo unos minutos, intentando ubicarse en tiempo y espacio.
Día: martes.
Hora: 8:34 AM.
Fecha: 13 de Marzo.Trece... Martes trece...
"Mierda..."— pensó al darse cuenta de tal situación.
No era muy supersticiosa pero prefería prevenir (aunque en el fondo, sí cree en esas cosas sin llegar al extremo).
Gruñó y se sentó al borde de su cama.
Miró su habitación; no era ordenada que digamos pero tampoco vivía en el desorden, estaba en el perfecto punto medio.
Tenía su cama contra la pared y a su costado estaba la ventana; del otro lado, tenía su mesita de luz con unos pequeños estantes debajo del cajón. Frente a su cama, estaba el ropero (bastante grande hasta para ella sola). Y, por supuesto, sin falta, la puerta que daba justo a la cama. Claramente tenía un escritorio frente a la ventana y otras par de cosas que decoraban y le daban su toque a su cuarto.
Sencillo pero bonito, especialmente para quien vive sola.
Hacía mucho tiempo su familia se había ido de su vida. Pero creo que mejor dejar eso para otro momento, ¿no creen?
Se levantó y se estiró, caminando hacia su ropero en busca de la ropa que usaría ese día. Dejó su ropa en su cama y caminó hacia la puerta de su baño (cuya puerta se ubicaba a un lado del ropero).
Se lavó la cara y se cepilló los dientes; se maquilló levemente y se peinó dos trenzas pequeñas y sencillas a sus costados, casi parecía una corona.
Caminó hasta su habitación y, luego de ponerse desodorante y perfume, se vistió (poniéndose un poco más de perfume encima).
Se sostuve levemente el sutil flequillo que tenía con unos invisibles del mismo color que su cabello.
Acomodó su cama y ordenó lo que estaba a mano.
Bajó hasta la cocina y se preparó un desayuno mientras sonaba su playlist en su teléfono enchufado.
Se preparó un té para empezar la mañana y lo acompañó con unas galletas de agua. Pensar en los lugares que visitaría durante el día le quitaban las ganas de llenarse demasiado el estómago.
Lo bebió con calma mientras apagaba la música y, en su lugar, encendía el televisor.
Observó y escuchó con calma y atención mientras consumía su desayuno.
—Buenos días, Lila, ¿qué tienes para comentar el día de hoy? —habló un joven desde el estudio de grabación.
—¿Qué tal, Lucio? A pesar de que el día parece tener hermosos climas para hoy, traigo la noticia alarmante de que han habido avistamientos de un tigre blanco de rayas negras. Hasta el momento, no hubo ninguna víctima pero sí que ha habido ataques o intentos de ataques. Las fuerzas de seguridad están en su búsqueda, con el propósito de atraparlo y quizá hasta sacrificarlo. Se recomienda que tengan cuidado por las noches y, si ven al tigre, llamen a la policía.
La azabache apagó el televisor. Nada demasiado interesante, simplemente... Aburrido.
Tomó sus cosas y se dirigió a lavarlas. Guardó todo en su correspondiente lugar y, luego de limpiar un poco la mesa, comenzó a preparar sus cosas para irse de la casa.
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Simplemente yo -Bungo Stray Dogs-
FanfictionEn una ciudad que se divide en día, tarde y noche entre organizaciones, vive una joven a la que el pasado no deja tranquila y cuyo futuro no es sencillo de elegir. La noche es gobernada por la mafia, el día por la policía y ese mundo entre el diurno...