𝗲𝗽𝗶𝘀𝗼𝗱𝗶𝗼 𝟬𝟯

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Soobin se da cuenta, días después, de que Yeonjun ha memorizado su pedido en la cafetería. Soobin llega ese día a la cafetería por la tarde, con las nubes negras sobre el cielo y con una sonrisa cansada en sus labios.

—Hola —saluda a Yeonjun, quien aprieta los labios al verlo.

—Hola —murmura rápidamente— ¿Un té?

Le golpea como la brisa más fría de invierno bailando sobre su piel, y se siente un tanto estúpido por no haberse dado cuenta antes. Cuando llega a la cafetería por la noche, Yeonjun sabe que quiere un café, y por las tardes, un té. Es algo simple, pero hace que Soobin se sienta especial.

—Si, por favor.

—¿Grande? —Yeonjun pregunta, levantado una ceja a lo que el castaño asiente.

—Eso dicen —responde con una sonrisa divertida.

Y hacer la misma estupida broma no tendría que hacer que Yeonjun suelte una pequeña risa, enseñando sus hoyuelos mientras su rostro se enrojece. Pero lo hace, y el rostro de Soobin parece iluminarse con ello, algo vibra en su pecho al escuchar la risa de Yeonjun.

—Eres un idiota —Yeonjun entonces dice, mirándolo mientras aprieta los labios en un intento de retener su sonrisa.

—Pero te hice reír —lo dice encogiéndose de hombros, completamente genuino con sus palabras.

Y Yeonjun solo aparta la mirada, apuntando el nombre del castaño en el vaso y ocultando la apenas visible sonrisa que quedaba en sus labios.

—Serán cuatro dólares —dice en un murmuro cuando vuelve a mirarlo.

Y Soobin sabe que lo está haciendo bien, que si hacer estupidas bromas con doble sentido hace que el bonito chico rizado sonría, lo está haciendo bien.

Y Soobin sabe que lo está haciendo bien, que si hacer estupidas bromas con doble sentido hace que el bonito chico rizado sonría, lo está haciendo bien

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La tormenta llega más fuerte de lo que se esperaba, y con ella, Soobin se siente un tanto asfixiado. Resulta que debido al fuerte viento y la inmensa lluvia que cada vez parecía caer con más fuerza, Soobin ve un poco imposible salir de su apartamento.

Se encuentra pasando las horas dibujando, diseñando algunos pedidos de varios clientes y suspirando de vez en cuando ante el aburrimiento. Pero es entonces, cuando se deja caer sobre el sofá, que se da cuenta del suave sonido de la música que proviene del apartamento de Yeonjun.

No puede evitar sonreír al reconocer la canción. "Sweet dreams" está sonando y puede escuchar la voz de Yeonjun cantar suavemente debajo de la música.

Y Soobin solo puede soltar una pequeña risa al darse cuenta. Están a diez de diciembre y su vecino está escuchando y cantando villancicos, y no debería sorprenderle, pero lo hace. Y quiere tomar una almohada y enterrar su rostro en ella, gritarle al universo por ponerle a un vecino malditamente atractivo y encantador.

Es entonces, que Soobin no puede aguantarle más.

Se levanta del sofá con una sonrisa, aún escuchando la leve voz de Yeonjun cantando despreocupadamente mientras camina hasta la cocina. La idea que retumba en su cabeza le hace sonreír ampliamente, sintiendo que había encontrado la forma de al menos, ver durante unos segundos al rizado.

#𝗦𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗮𝗻𝗱 𝘀𝗼𝘂𝗿, 𝗵𝗲𝗮𝗿𝘁 𝗱𝗲𝘃𝗼𝘂𝗿𝗲𝗱 ˢʲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora