La Forma en que Nuestros Horizontes se Encuentran - Larry

Capítulo 5

Ese día se habían reunido para ir a Coney Island. Decidieron no hacer tanto como normalmente lo harían ya que Louis debía buscar sus cosas e ir a lo de su amigo, Jackson. Recorren todo el lugar, considerando que a la tarde debía estar en el Airbnb entregando las llaves. Normalmente, los departamentos se dejaban antes del mediodía pero la dueña no tuvo problema en que Louis dejara sus cosas mientras limpiaban.

Amaron el lugar, se divirtieron y almorzaron en la playa. Harry inevitablemente tuvo que comentar sobre su mala alimentación. Bromearon un rato y se metieron al mar, aunque solo los pies. Caminaron un poco más y luego emprendieron caminos separados. Harry decide ir a su casa mientras que Louis se va a buscar su equipaje.

Desafortunadamente, una llamada llega cuando Louis está tomando sus cosas. Su amigo tuvo un problema familiar en Chicago y no puede llegar ese día. El ojiazul entiende, sabe que Jackson no lo dejaría así si no fuera por una emergencia. De inmediato habla con la mujer del Airbnb para saber si hay alguna posibilidad de quedarse o de ofrecerle algún otro inmueble. La mujer niega, ya tenía todo reservado. Luego busca por internet, pero los alquileres por un día superan su presupuesto, no puede pagar tanto por solo una noche. El alfa está estresado, demasiado.

Frustrado y algo avergonzado navega por su teléfono. Sabe que la opción que le queda es Harry. Suspira y le manda un mensaje, pidiéndole asilo hasta que su amigo vuelva a la ciudad. Para su suerte, Harry acepta y no parece tener muchos inconvenientes con su estadía, al menos eso parece ser por teléfono. Ni bien recibe la respuesta afirmativa y la mujer del Airbnb va a retirar las llaves, se dirige al departamento de Harry.

Louis sabe que su viaje no podía ser perfecto, pero de todas formas sigue algo avergonzado y ahora le suma los nervios de estar con Harry en su espacio. Sí, Harry es su destinado, pero siente que no habían llegado a este nivel. Su amigo sigue disculpándose con él por no poder llegar ni hacerle llegar las llaves. Louis casi se pierde, pero logra llegar al departamento de Harry.

Por su parte, Harry también está nervioso, los nervios lo están carcomiendo. Cuando Louis le habló, se sintió en una encrucijada. No podía decirle que no y dejarlo en la calle. Desde ese momento, su mente solo piensa en una simple pregunta: ¿Qué iba a hacer solo con un alfa? Se concentra en cocinar una pizza para no dejarse llevar, mientras le envía algunas fotos a Marco para que se moleste por el tipo de preparación, cuando escucha el timbre. Deja la pizza en el horno y baja para abrirle al alfa.

Louis respira profundamente y espera en la entrada del edificio con sus bolsos, mandándole unos mensajes a su madre. El ojiazul se siente inquieto aunque le emociona la idea de pasar más tiempo con Harry.

El omega se encuentra con Louis y abre la puerta. El alfa alza la mirada y le sonríe. Ninguno sabe cómo saludarse, es el problema recurrente de cada día. Harry decide rápidamente acercarse para darle un beso rápido en los labios.

–Hola, ¿cómo estás? Pasa –dice mientras toma uno de los bolsos para ayudarlo a subir todo. Louis iba a quejarse porque no quiere que Harry cargara ningún bolso pero el omega no le da muchas opciones.

–Bien, ¿tú cómo estás? –le responde. El ojiazul sigue a Harry en silencio, nervioso, sin saber si alguien les dirá algo porque él está allí. Harry sonríe.

–Bien, todo tranquilo –responde mientras suben al ascensor. Van hasta el piso de Harry y él abre la puerta del departamento.

–Siempre pasa algún imprevisto en las vacaciones, ¿no? –habla el omega mientras deja las llaves. Louis resopla cuando le dice eso, mientras termina de entrar en el depto.

–Ni me lo digas, Jackson se tiene que quedar en Chicago unos días más de imprevisto, lo siento... –dice mirando el lugar, interesado.

–No te preocupes. Yo en tu situación no estaría así de tranquilo –intenta animarlo. El ojiazul se ríe y niega.