Capítulo final + Agradecimientos

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La hora de salida llego siendo muy esperada por Yumeko quien esperaba a Mary fuera de su salón, Mai ya le había comentado que se iría a su hogar con nervios algo que Yumeko acepto sin alguna duda.

Cuando vió a Mary su corazón latió con fuerza, la rubia se acercaba a ella con una rosa roja.

—Una flor linda para otra flor aun más linda.—le ofreció la flor siendo recibida con gusto.

Yumeko acerco la flor a su nariz siendo testigo del dulce aroma que contenía la roja flor. Sería esa la primera flor que le regalaban el su vida.

—Gracias, Mary-san.—

—No es nada, ¿nos vamos?—acerco su mano para que Yumeko la agarrara.

Yumeko asintió y tomo su mano con animo.—¿A dónde iremos Mary-san?

Mary no contesto solo le sonrió causando más intriga por la pelinegra que no podía esperar por saber lo que su enamorada le tenía preparado.

Llegaron a un salón que ya conocía, se trataba del salón en el cual se presento por primera vez ante todos sus compañeros. Un lindo recuerdo. Lo que es el lugar donde se sento por primera vez, tenía unas cartas encima que eran con las que apostó con Mary por primera vez.

Yumeko las miro sorprendida, ya casi no las recordaba.

—No son las verdaderas, estas son comestibles, las mande hacer. Prueba, te gustaran.—explicó Mary y al igual, sugirió.

—Bien...—algo dudosa agarro una y la llevo a su boca tomandole un mordisco, saboreó lentamente y se dio cuenta de que su sabor era de fresa, su favorito. Su mano izquierda se coloco en su cachete y su expresión se fue por una de una niña emocionada por tener un chocolate— ¡Esta deliciosa! ¡Me encanta!

Mary se alegró por las palabras de Yumeko y permitió que se comiera todas las cartas, igual tenían todo el día y por Yumeko esperaría el tiempo necesario.

Yumeko termino y Mary agarró su mano para limpiarla con un pañuelo que poseía. Ahora que se daba cuenta, las manos de Yumeko son realmente suaves y hermosas.

—¿Ahora a dónde vamos?—preguntó entusiasmada la pelinegra.

Mary le regalo una sonrisa y al terminar de limpiar sus delicadas manos le respondió:

—Es una sorpresa, se paciente, Yumeko.—

—En estas cosas no puedo ser paciente pero por tí, lo haré Mary-san.—

—Gracias, ahora vamonos que tenemos muchos lugares que recorrer.—

Yumeko asintió y posteriormente, se fueron del salón para recoger sus cosas y salir de la academia. Cuando salieron alguien ya las esperaba.

—¿Suzui-san?—

—Oh, Yumeko. Vengo a llevarme sus cosas, yo haré su tarea.—

—¿Enserio? Vaya, gracias Suzui-san.—

Mary le dio un dulce a Yumeko quien se lo empezo a comer sin pensarlo y se fue para dejar la basura en un bote.

—Pobre de ti que no hagas nuestra tarea, no quiero que Yumeko sea regañada.—amenazo con un tono frío y aterrador.

—S-Sí...—

En eso, Yumeko llego saltando como niña pequeña.

—Estas advertido.—

Mary agarró de la mano a Yumeko y la llevo a su auto abriéndole la puerta siendo agradecida por la contraria, la rubia se subió y empezo a manejar. En el camino Yumeko pidió poner música a lo que Mary acepto y en todo lo que fue el transcurso para llegar a un parque familiar para Yumeko escucharon música algo extraña según Mary.

Te extraño...| Mary x Yumeko FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora