Capitulo 1

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No se llama Sharon, Felicia, Scarlett, Mildred, ni algun otro nombre de chica extraordinaria. Alejandra, un nombre tan común como lo es ella, existen miles de Alejandras en el mundo, tal vez tan comunes y sin chiste como ella, o tal vez no. No se preocupa en pensar en eso, solo sigue caminando por el centro comercial observando ropa que la vuelve loca y no puede tener por falta de dinero, solo lleva una pequeña bolsa en la mano izquierda que contiene una blusa roja barata, y en la otra mano una cartera que solo contiene papeles, tarjetas sin importancia y la tarjeta para poder pagar el transporte de regreso a casa. No se tambalea cuando camina, al igual que nadie lo hace a su alrededor, ni se siente la mas guapa y especial de las chicas porque sabe que no lo es.

Después de caminar un pequeño tramo hasta la estación de transportes, toma un bus que llega repleto de gente, nadie le da un lugar para sentarse, ya que no es vieja ni tiene una enorme panza que indique que esta embarazada. Así que le toca irse parada y agarrada de un tubo los 20 minutos de camino a casa.

El teléfono en su carteta timbra una vez, no lo puede sacar. Timbra de nuevo, trata de sacarlo pero aun es imposible con tanta gente a su alrededor y tomada de un tubo. Suena una cuarta vez, una quinta y antes de la sexta y ultima, logra contestar.

-¿Donde estas? Has tardado mucho, necesito que llegues porque hay muchas cosas que hacer - Alejandra sabia que eso no era cierto.

-Ya voy en camino mamá, estoy arriba del bus. En menos de 15 minutos estoy en casa.

-Ok, adiós.

Ok, adiós. Siempre que recibía llamadas cuando estaba fuera de casa eran de su madre, ¿donde estas?, ya has tardado, ¿ya vienes?, ¿te falta mucho? Siempre las mismas preguntas y cuando Alejandra contestaba era la misma respuesta. "Ok, adiós". ¿Era necesario estar marcando cada hora para hacer las mismas preguntas y despedirse siempre de la misma manera? Sonrió al pensar en ello, su madre era preocupona, amorosa, graciosa, enojona, inteligente, estresante, a veces un poco ignorante... imperfecta, como cualquier mujer. Pero para ella, no era como cualquier mujer, era la mejor mujer. Claro, era su madre.

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-Ya llegue, compre una blusa.

-¿Toda la mañana para comprar una blusa? -para su padre, cuando Alejandra estaba fuera, 1 minuto era una hora.

-No. Toda la mañana para escogerla, 5 minutos para comprarla.

-Que graciosa, deberían darte un premio por tu gran carisma. Dame el cambio.

-Pero si apenas y me ha quedado, dejamelo para algún accesorio o algo mas ¿si?

-De acuerdo, pero no le menciones nada a tu mamá cuando llegue, porque no te querrá dar para la escuela.

Dependía económicamente de sus padres, si, ya tenia 18 años pero a esa edad apenas se sale del capullo. No es tan fácil como lo pintan en la ficción "cumples 18, te vas a tu propio departamento y estas en la mejor universidad a donde llevas la mejor ropa y conoces al mejor chico y no recibes ordenes de nadie porque tienes 18 y eres libre" ella vivía la realidad.

No había podido llegar mas cansada, así que decidió tumbarse un rato en el sofá que estaba frente a su padre y hacer lo que mejor sabia cuando estaba en casa, ignorar. Tomo el telefono y decidio empezar a conversar en whatsapp, porque las llamadas ya no se usaban, menos frente a uno de sus padres.

-¡KARLA! Me he comprado una blusa hermosa, ¿crees que tengas alguna falda padre que me puedas prestar?

-¿Como de que estilo?

-Algo pegado y no tan corto, la blusa es roja.

-Tengo una negra muy bonita. Mañana te la llevo ¿iras el sábado a la fiesta?

-Si tengo planeado ir, pero aun no pido permiso mañana te confirmo. ¿Crees que vaya Erick?

-Uyyyyyyy. ¿Porque la pregunta? No, no, no respondas que ya lo se, así que de nuevo... uyyyy. La mas enamorada.

-No estoy enamorada, solo me parece atractivo y si puedo, pueeeees...

-Pueeeees...

-Ay ya sabes! Conquistarlo y esas cosas.

-Jajajaja. Seguro que puedes amiga, ojala que puedas ir

De verdad lo deseaba, deseaba estar en esa fiesta. No tanto por Erick, sino porque quería empezar a ser alguien notada. Así como quería ser mil cosas mas.

Quería ser humilde y que todos la vieran y dijeran: "Mira, pero que hermosa es Alejandra con la humanidad" pero también quería tener cosas caras y que la reconocieran por eso, quería un novio que la quisiera pero ella también quererlo a el, queria ser siempre al natural y también comprarse maquillajes channel o mac, vivir una vida plena consigo misma y la naturaleza pero al mismo tiempo tener mil cosas que hacer en la ciudad, quería agradarse a si misma y no a los demás pero ser popular en todas las redes sociales.

Alejandra, quería negro y blanco, frío y caliente, grande y chico, agua y aceite. Por que si, era una mujer como cualquier otra aunque eso era lo único que ella no quería ser. Lo que nadie quiere ser.

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-El sábado hay una fiesta

-Que bien, ¿donde?

-En casa de una de las chicas de medicina -sabia que su madre empezaría con las mil preguntas

-¿Ah que hora?

-En la noche, mamá. Nueve o diez

-Y quieres ir, ¿ya le pediste permiso a tu padre?

-No, no me dejara. Dicelo tu.

-¿Yo porque? Yo no soy la que quiere ir a la dichosa fiesta.

-¡Mamá!

-¡Ale!

-Solo dile que tu me diste permiso.

-¡PERO NISIQUIERA ME LO HAS PEDIDO!

-Ash! Me chocas sabía que eso ya era un "no vas a ir"

-Nunca me pediste permiso Alejandra.

-¡Pero ya tengo 18!

-Ah, si es por eso. Pues como ya tienes 18, buscate un trabajo, pagate tu escuela, buscate una casita, paga tu ropa, luz, agua, servicios y mil caprichos mas a ver si es tan bonito tener 18

-No empieces mamá -siempre era el mismo sermón.

-Pues no me hagas empezar

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Le he realizado algunas actualizaciones. A partir del segundo capitulo la historia empieza a tomar forma. Esperó que les guste y que opinen que les parece.

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