Lidiando Con El Diablo

Capitulo 2

El tiempo pasa muy rápido, ya han pasado ocho años desde que no eh ido a mi antigua ciudad, pero a decir verdad no lo extraño, estoy muy feliz aquí en Mexico, ahora tengo dieciséis.

Pude superar mi miedo a la escuela y fui a una nueva escuela donde no habían bullying ni nada por el estilo, me estaba yendo muy bien.

Lo único que extraño de mi antigua ciudad es a Leo, Leo mi antiguo crush, dejaron de tener contacto con nosotros desde que tenía quince años, no se pudieron despedir de nosotros, no nos dieron ninguna razón, lo extraño tanto.

Llegue a mi casa luego de un largo día en la preparatoria, la preparatoria me pone muy cansada.

Cada día tenemos que aprender algo nuevo oh tenemos que seguir en el tema pasado.

-Sophia, ¡que bueno que estes aquí!- Me dijo mi mamá con un tono nervioso y contento a la vez.

-Hola madre, ¿pasó algo?-

-No, no pasa nada- Me seguía hablando con el mismo tono de voz.

-Por favor madre, te conozco algo pasa- Mientras le decía eso a mi mamá puse notar que la casa estaba vacía, no me había dado cuenta de eso, también habían unas cajas arribas de otras que decían "mudanza", ¿acaso nos mudaremos?.

-Madre, ¿por qué hay cajas y la casa está vacía?- Le dije esperando a que me contestara a mi pregunta.

Mi madre se quedó callada, su expresión decía que no sabía que decir.

-Bueno te lo diré, lo eh estado pensando y con todo lo que le a pasado a tu abuelo y será mejor volver a Houston-

Me quede impactada al escuchar esas palabras salir de la boca de mi madre, no quería volver por nada de el mundo, no quiero recordar todos los malos momentos que pase hay, no quiero.

-¿Que?- Fue lo único que pudo salir de mi boca.

-Lo siento Sophia, se que esto es un gran cambio pero lo hago por tu abuelo-

No podía culparla, lo hacía por mi abuelo que se había enfermando muy gravemente, tengo que ser razonable no me quiero enojar con mi madre solo por que quiere estar con mi abuelo.

Antes de hablar si un grande suspiro.

-Esta bien madre, no te preocupes se que quieres estar con el abuelo en estos momentos, te entiendo-

-Gracias Sophia, por entenderme- Fue lo que digo antes de abrazarme.

El abrazo sentía tan bien, era cálido.

Luego de unos minutos de estar abrazadas nos separamos.

-Bueno, Sophia, ve a empacar que solo faltas tú, mañana por la mañana nos iremos-

-Ok madre.- Le dije eso y fui corriendo a mi habitación ah empacar, tenía muchas cosas que empacar así que tengo que empacar ahora.

Mientras empacaba mire una de las muchas cartas que Leo me envió por correo, era una de mis cartas favoritas, cada palabra que escribía me encantaba, pero recordé lo que hicieron y cerré rápidamente la carta para evitar llorar sobre lo que decía la carta, cada pequeña cosa qué hay en la casa me hace recordar, recordar lo mucho que lo extraño.

Más tarde..

Ya había terminado de empacar y ya había cenado, estaba sentada en mi cama pensando en todos los momentos que había tenido en este cuarto, en la casa, en el jardín, en la cocina, definitivamente iba a extrañar este lugar mucho.