Las seis chicas del barrio.
Una historia inspirada en la vida real y en la cual el deseo de superación se convierte en ciega ambición, capaz de llevar al filo del peligro todo lo que se valora... hasta la propia vida.
Ningún personaje es mío, solo...
Nos encontrábamos en una finca, todas excepto Catalina, ya que por problemas que ya todas sabemos no pudo venir.
Ximena: ¿Entonces que amigas? De lo que se están perdiendo.
Yésica: Tonta que es una.
Vanessa: Pero como no hacen más que andar con la hermanita del Bayron.
Ximena: Como si Catalina les fuera a dar de comer.
Valentina: Eso es lo que ustedes no saben.
Yésica: Cuando operemos a esa niña, le vamos a sacar mucho dinero.
Paola: Pero la tendrán que operar ustedes, porque estos tipos no la van a operar con ese par de huevos.
Valentina: Tan malas que son con la pobre Cata ustedes.
Ellas rieron y nos contagiaron la risa a mi hermana y a mi. El Titi se nos acercó y se sentó junto a mi.
No podía negar que cada día crecía más y más mis ganas de estar con el, pero sabía que el no es hombre de una sola mujer.
Por eso en este negocio no había que meterle corazón a nada.
Titi: ¿Entonces que Diabla, Valen?
Yésica: Ay Titi, aquí como cuando usted era pobre, ¿que hay para hacer?
Titi: Lo que quieran, ustedes aquí pueden hacer lo que les de la gana.
Mi hermana sonrió y se recostó en la silla en la que estaba sentada antes, era una silla playera.
Titi: ¿Y usted que mi Valen?
Valentina: ¿Que de qué Titi?
Titi: ¿Se quiere divertir un rato conmigo o qué?
Valentina: Pues si me alcanza.
Solté una carcajada y salí corriendo, para luego tirarme de cabeza hacia la piscina.
Al salir a la superficie y quitarme los pelos que tenía en la cara, vi al Titi observándome con una sonrisa en su cara.
Se levantó de su asiento y se tiró al agua de la misma manera que yo, apareciendo frente a mi.
Me tomó de la cintura y me acercó hacia el, con su mano libre sobó mi mejilla y me besó.
Ya había estado con el un par de veces, pero la mayoría siempre me hacía la difícil. Aunque hoy más que nunca tenía tremendas ganas de estar junto a él.
Titi: ¿Si recuerda lo que le dije?
Valentina: De tantas cosas que me ha dicho Titi.
Titi: Que no me voy a rendir con usted.
Valentina: Ay Titi, como si no lo conociera, usted no es hombre de una sola mujer.
Titi: ¿Por usted? Por usted haría cualquier cosa mi Valen.
Valentina: ¿Ah si? ¿Y como yo sé que es cierto lo que me dice?
Titi: Porque se lo voy a demostrar, cueste lo que me cueste.
Yo solté una carcajada, no sabía si lo que decía era cierto, lo más probable es que no. Yo lo conozco, en cuanto venga una más buena, se olvida de mi.
Traje de baño de Valentina:
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