IV

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Ya había pasado una semana desde que paso ese accidente y mi madre me a dicho sobre mi padre y mi hermana, en esos días no e tenido ninguna inquietud y lo mejor es que no e tenido mis dolores de cabeza diarios que siempre sufría antes.

Ya era hora de almorzar así que deje mi libro y baje a comer. Hoy tocaba mi comida favorita: Carne chamuscada, se escuchaba mal pero tenía un sabor riquísimo y mejor con un jugo de Strawberry-monster.

No espere más y me senté en la silla a esperar mi comida, no espere mucho pero igualmente me distraje con un libro que traía a mano, ya me había puesto la comida pero tenía que esperar a mi madre que bajara de su habitación y eso hacia que me desespero, según yo, hoy traía mucha hambre.

-¡Hijito! -vino a mí y me abrazó como siempre, cada vez que me alejaba o no hablaba con ella por lo menos una hora me buscaba para ¿Mimarme? Si eso se llama mimar-

-¡Oh!, Madre

-Hijito, ¿Cómo que te has puesto delgado?-Me decía mientras me "examinaba"-

-Madam y señorito ya han llegado sus almuerzos

-Muchas gracias David-Últimamente mi madre estaba muy alegre, creo que su trabajo iba bien y eso me alegraba-Ahora si hijo a comer para que no te quedes palito

Por fin había llegado la mejor parte del día, comer, agarre una cucharada de mi plato y olí su exquisito aroma pero creo que fue mala idea.

De la nada me sentí mareado, pensé que era por qué se había atrasado un poco la hora del almuerzo ya que este plato se tardaba en hacer así que me mande la cuchara y me la pase rápidamente pero en eso la comida tubo un sabor tan abrumador que se me quiso regresar. No pude aguantar más y me fui corriendo al baño.

-¡¡Hijo!!

-¡Joven amo!

Dios está era la primera vez que veía a mi madre y a David tan sorprendidos, intente hablar algo pero se me regresaba todo de nuevo.

-¡David llama al Mr Jose!

-¡Si señorita!-Pude escuchar los pasos acelerados de David, no quería preocupar a nadie, solo era un poco de reflujo... Nada más... ¿creo?

-¡¿Hijo te encuentras bien?!

-Si mad-Vomite de nuevo, ¡Mierda, pero que me está pasando! No había comido nada desde el desayuno por qué me estaba dando tanto asco el almuerzo!

-Dejame ayudarte mi niño.

-Esta bien mamá, ya me siento mejor-Me levanté y me fui a lavar las manos con la poca energía que me quedaba. En ese estado ya habíamos dejado las etiquetas

-Dejame ver si no tienes nada malo en tu cuerpo-aunque se escuche un tanto raro, nuestra familia es también conocida como los mejores magos en la magia de curación y mi madre era la numero uno aún que nunca nos dijo dónde lo había aprendido.

-Claro mamá.

-Mm... no tienes nada malo, ¿Entonces qué podría hacer?...-Suspiro un poco grabe haciéndome crear un pequeño brinquito del susto. Mi madre solo se rió provocándome un poco de vergüenza

Si mis cálculos no fallaban ya había pasado mínimo unos cinco minutos, ya más o menos me había tranquilizado pero igualmente sentía una molestia extraña en mi estómago que me hacía estremecer del dolor.

-Joven amo, Madam ya llegó el doctor

-Alice, hacé días que no, nos veíamos.

-Si... Desde que mis dolores de cabezas desaparecieran

-Entonces déjeme revisarlo, pero en el baño no mejor en la sala.-

Sin más apuros nos dirigimos a la sala, el señor José siempre a sido mi doctor desde que tengo memoria asi que estaba un poco tranquilo.

-Aver Alice acuéstese aquí por favor-Me señalaba la camilla que por ninguna razón la había visto por aquí-¿Desde cuándo tienes estás molestias?-Me preguntaba mientras escuchaba mis latidos-

-Hoy recién en la tarde sentí este dolor en el estómago y ase como unos dos días tenía mareos...

-Entendido, Alice por favor inhala e exhala-hize las órdenes que me había dicho el doctor-Muy bien... Ya te puedes sentar

Me senté esperando mis resultados pero en eso el doctor estaba buscando algo en su maletín.

-Alice... Se que lo que te voy a pedir sonara algo extraño pero puedes probar esta prueba de... Embarazo-Me quedé sorprendido a su orden pero igualmente accedí y agarre la prueba de embarazo y me fui directo al baño.

-¿Eh? Doctor ¿qué le pasa a mi hijo?

-Señorita Asmadeus, si mi hipótesis no me falla... Su hijo puede estar embarazado

-¡¿Cómo?! Pero si el...

-Si se acuerda cuando me dijo que Alice pudiera tener una parte del poder que tenía su esposo

-Ya entendí... Pero si los únicos que pueden embarazar a los de sangre celestial es el...

-Si señorita Asmadeus... Tal vez Alice se acaba de meter en un fuerte problema...

-Ay este chamaco demoniaco

-Mmm doctor ya hice lo que usted me mandó...-Tenia tanto nervios, no quería que nada malo tuviera-

-Esta bien, entregármelo por favor y en cinco minutos tendremos los resultados

Pensé en todas las enfermedades que me podía dar, gonorrea, herpes, el papiloma... Y de mas, por solo acostarme una ves con ese hombre, dios yo ya me quería morir por esto.

Los segundos parecían horas y los minutos eternidades... Esto no se quería a acabar pero de tanta espera por fin comenzó aparecer una raya en esa prueba de embarazo.

Suspiré cuando esa rayita estaba intacto y no parecía la otra, sentí como un gran peso se iba desapareciendo poco a poco. Pero no duró mucho ya que antes de poder decir algo apareció la otra rayita, no sabía qué hacer de pronto me dieron unas ganas inmensas de llorar.

-Ma-Madre, salieron dos rayitas...-ni hablar podía hablar por lo nervioso que estaba-

Mi madre se me quedó viendo un buen rato antes de tomar un gran suspiro.

-hijo... ven-extendió sus brazos llamándome-

Mi cuerpo reaccionó solo, mi mente se quedó en blanco ¿Cómo era posible que un hombre podía quedar embarazado?.

-Madre ¿Cómo es esto posible?

-pues hijo... Si te acuerdas lo que te había contado hace unos días antes; de que tú eras mitad ángel, pues tu padre una ves dijo qué hay algunos ángeles que se pueden transformar en omega y los omegas en el mundo humano son personas que no importa su género osea si es mujer o hombre pueden quedar embarazados.

-madre o sea lo que usted me quiere decir es que ¿yo voy a hacer papá?

-Si-esta vez habló el doctor-No se preocupe joven Alice, no le pasara nada grave, tan solo va a ser un embarazo normal, va a tener los mismos síntomas que tienen una persona embarazada-

-es verdad hijo, no tengas miedo, para eso estoy yo que te apoyara en tus decisiones.

Aunque esto todavía era un poco raro e inexplicable sabía que mi madre nunca me mentiría. También tenía confianza con el doctor y sabía que él decía la verdad así que solo sonreí.

<<No creo que pueda cambiar mi vida tan "drásticamente" con tan solo el echo de que estoy esperando un bebé, un bebé... >>-me sobe mi estómago más específico en mi vientre-

Y pues este es el capítulo de hoy, te quería informarte que quiero subir un separador para cuando cambie de siti o de narrador para no confundirlos tanto.

Uvas dulces de madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora