Alfa virtual y yo

capítulo 19.1

No sueltes mi mano (1)

El medicamento debería haber funcionado correctamente, pero mi cuerpo se estaba calentando.

Inconscientemente puse mi mano en la parte baja de mi abdomen, sentí un cosquilleo ahí abajo, una oleada de placer corrió por mi espalda y acurruqué mi cuerpo.

Esto podría ser malo.

Giré mi mirada hacia Yuugo, sintiéndome desesperado, Yuugo me miró en silencio.

Cuando notó que nuestros ojos se encontraron, entrecerró los ojos ligeramente.

Eso solo fue suficiente para hacer temblar mi cuerpo.

"... Supongo que será mejor que salga de la habitación".

Rápidamente negué con la cabeza ante sus palabras.

No, no quiero que se vaya.

Me duele el pecho como si me estuvieran apretando, moví los labios como si me faltara aire.

"No te vayas..."

"No, Sou. No es bueno ir más allá de esto".

"Por qué... a pesar de que fue por tu culpa".

Me había dado cuenta de que el olor se había vuelto más fuerte.

Aunque mi cuerpo comenzó a reaccionar porque Yuugo hizo algo... ¿Por qué simplemente decidió dejarme?

Dentro de mi cuerpo se sentía tan miserable.

Un impulso desconocido se arremolinaba en mi pecho.

"Sí, es mi culpa. Es por eso que no debería quedarme aquí... quiero que lo entiendas".

Yuugo dijo eso y se levantó de la silla sin esperar mi respuesta.

Estaba más molesto que triste porque me había dado la espalda, mi puño cerrado temblaba.

"¡No entiendo ese tipo de cosas!"

Grité y me levanté de la cama.

Traté de correr hacia Yuugo, pero mi cuerpo no podía seguir el ritmo de lo que quería hacer.

Mis pies temblaban, no podía reunir ninguna fuerza ni siquiera para ponerme de pie, traté de agarrarme a la mesa, pero mi mano terminó agarrando el aire.

"¡Sú!"

¿Cuándo vino a mi lado?, me pregunto.

Al momento siguiente, estaba en los brazos de Yuugo.

Me aferré fuertemente al cuerpo de Yuugo que finalmente pude tocar.

"Sou, deberías volver a la cama. Vamos, ¿puedes soltar mi brazo?"

"No."

"... Si te aferras demasiado a mí, también será más difícil para ti".

Así es. Todo fue por este olor. Este olor me está volviendo loco.

Pero no quiero separarme de él, quiero seguir oliendo este aroma.

Puse más fuerza en mis brazos que rodeaban el cuello de Yuugo. Era una señal para demostrar que no lo dejaría ir. Si intenta dejarme ir, solo tengo que tirar de él con fuerza.

Porque Yuugo definitivamente es superior a mí en tamaño y fuerza.

"... Sou".

Sin embargo, Yuugo no hizo eso.

Solo dijo mi nombre en un tono ligeramente preocupado.

Sus brazos que sostenían mi cuerpo se movieron, me palmeó suavemente como para asegurarse de que todavía estaba allí y luego me levantó.

"Uwaa..."

No había tenido a alguien que me cargara así desde que mi padre me lo hizo cuando era pequeña. Me aferré a Yuugo, sorprendida por la sensación desconocida de ser levantada.

Podía escuchar el sonido de la voz de Yuugo riéndose levemente.

"No te preocupes, no te dejaré caer".

Su voz que me susurró se sentía cosquillosa.

Me llevaron a la cama y me bajaron sobre las sábanas desde atrás, mientras yacía allí, no pude evitar soltar mis brazos del cuerpo de Yuugo.

Intenté agarrarlo de nuevo, pero lo evité fácilmente.

"Yuugo..."

"Está bien. Estoy aquí."

Cuando pensé que me iba a dar la espalda de nuevo, Yuugo dijo eso y se sentó en el borde de la cama en la que yo estaba acostado.

Miró la mitad de su cuerpo hacia mí, mirándome.

Me pregunto si esto significa que se quedaría junto a mí.

Pero ser así fue duro de otra manera.

La temperatura de mi cuerpo seguía aumentando debido a las feromonas... Y ahora, aunque la medicina que tomé antes había logrado mantenerme racional, mi cuerpo hormigueaba sin poder hacer nada.

Quiero tocarlo, quiero dejarlo salir, estaba desbordado con tales impulsos.

No había forma de que pudiera hacerlo mientras me miraban, por eso no tengo más remedio que soportarlo de alguna manera.

No sabía qué más haría que Yuugo dijera que se iba de la habitación otra vez, no quería que eso sucediera sin importar nada.

Para disimular el impulso que era difícil de suprimir, me di la vuelta hacia un lado, encogí la espalda y puse fuerza en mi estómago, aparte de esto, solo podía esperar que esta fiebre no subiera más.

"...¿Estás bien?"

"Mmm..."

Aunque en realidad no estaba realmente bien.

Pero sentí que Yuugo se iría si no decía eso, así que no podía decir la verdad, solo asentí levemente y traté de soportarlo.

Sin embargo, no importaba cuánto intentara reprimirlo, no podía evitar que mi cuerpo se contrajera y temblara.