𝐃𝐈𝐋𝐄𝐌𝐀 || Sam Thomas

01. 𝙎𝙩𝙤𝙣𝙚𝙮𝙗𝙧𝙤𝙤𝙠

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( 𝐃𝐈𝐋𝐄𝐌𝐀 )
Situación en la que es necesario elegir entre dos opciones igualmente buenas o malas.
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𝐄n alguna de las muchas calles en la villa Depew, junto con dos camiones, se encontraba la familia Taylor, preparandose para su "nueva aventura" —como les gustaba llamarla—, la mudanza.

—Los camiones nos esperan —se escucha alzar la voz a una mujer, considerablemente alta, con cabello café oscuro hasta los hombros, ojos verdes y la cuál parecía bordear los 40 años de edad.

—Ya voy, mamá —responde una joven de octavo grado, con un color de cabello similar al de su madre, mientras baja de las escaleras y atraviesa la puerta principal de su, ahora, antiguo hogar.

Saliendo de la casa, la vista no era de su completo agrado, una vieja tierra sin vida, pertenencias antiguas empaquetadas en cajas, que también contenian viejas memorias y claro, más adelante habían casas, en las cuáles se encontraban viejos amigos.

—¿Están listos?

—No, definitivamente no —responde el hijo mayor de la mujer.

—Si esperamos a estár listos, esperaremos el resto de nuestra vida —cita, la menor, su libro favorito– Aunque, de verdad, no lo estoy

La familia subió las últimas cajas a uno de los camiones que estaban al frente de ellos, mientras guardaban silencio.

Todo esto era nuevo para los dos hermanos, siempre habían habitado en Depew, estaban acostumbrados a su vida allí, está claro que ellos no tomaron la decisión de irse a esa pequeña ciudad, conocida como Stoneybrook.

Finalmente ellos subierón al auto de su madre, con los dos camiones atrás, emprendiendo este nuevo viaje que iban a experimentar.

En la parte de atrás se encontraban los hermanos. La menor pronunció:

—Espero que los vecinos tengan buen gusto músical.

—Yo también, si no es así, quizá moriré, y tú también, Kareli —dramatizó el mayor.

—¿Eso estaría mal? —habló la madre de los dos.

Rieron juntos, algo que solían hacer, pero no muy seguido.

La más pequeña se quedó mirando a su hermano, Liam. Eran bastante unidos, aunque no eran fisícamente parecidos, puesto a que él tenía el cabello de un color café claro, con ojos verdes, además agregandole el hecho de que él iba en segundo año de preparatoria, eran muy distintos. Algo que tenían en común era su gusto en la música, a ambos les encataba el rock y el metal de el siglo pasado, tanto en español como en inglés, amaban demasiado la música, igual como amaban compartirla.

(...)

Después de un largo tiempo de viaje, por fin, el auto se detuvo.

Al frente de ellos se divisaba una casa de dos pisos, color amarillo claro, no muy grande, con 3 dormitorios de igual tamaño, dos en el segundo piso, mientras que el otro se encontraba en el primero, una cocina, junto a la sala de estar, la cuál era bastante amplia.

Después de unos minutos, para romper el silencio, la madre hablo:

—Bienvenidos a nuestro nuevo hogar.

Los hermanos se mirarón e intentarón dar una leve sonrisa, lo cuál no les funcionó.

(...)

La menor ahora se encontraba en su nueva habitación, no era pequeña, pero tampoco grande. Algo que le gustaba es que había una gran ventana que daba vista a las casas de al frente suyo.
Se quedo mirando hacía fuera y logró divisar a una chica, que parecia tener los mismos años que ella, tenía pelo negro e iba saliendo de la casa junto con una mujer de mayor edad.

La idea de tener amigos, en este caso, una amiga, no le asustaba, en cambio el proceso que se lleva hasta tener una, sí le aterraba.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su hermano.

—¿Estás analizando a los vecinos? —soltó una leve risa.

—Quizá, deberías hacerlo tú también, Liam.

—No tengo la necesidad de hacerlo, mamá me contó que aquí hay una familia apellidada "Thomas", en la cuál hay dos chicos de mi edad.

—Bien por ti —dice con un poco de celos, ya que según ella, su hermano ya tenía posibilidades de hacer amigos— Aunque yo acabo de ver a una chica que podría tener mis misma edad.

—De todos modos, si no los tiene, en la escuela habrán muchas personas con una edad similar a la tuya, ahora; que se lleven bien es otra cosa.

—Bueno sí, aunque no es lo mejor llegar a mitad del año escolar... De todas maneras eso será en una semana más, por ahora debo conformarme con la vecina de al frente —guardo silencio por un momento— Eso sonó raro.

Liam rió levemente.

—Supongo que sí. Tendrás, más bien, tendremos que esperar ¿no? —Liam finaliza la conversación y sale de la habitación de su hermana.

La chica sigue mirando por la ventana, está vez no hay más movimiento aparte del de los camione, sacando sus pertenencias de estos.

La razón por la que se habían mudado era por el nuevo trabajo de su mamá, no era mejor que el anterior pero ahora estaban más cerca de su familia, ya que ellos también habitaban en Stoneybrook, la chica hace mucho no los veía y deseaba no volver a hacerlo aunque ahora se encontraba bastante cerca de ellos. Su madre también había vivido un tiempo aquí, por lo cuál estaba muy emocionada cuándo se le ofreció el trabajo.

Así siguió, hundida en sus pensamientos, durante unos largos minutos, hasta que vió, a través de la ventana, a dos chicos, que no sobrepasaban los 15 años, junto con una mujer, que parecia tener la misma edad que su mamá, acercandose a su casa. Por un momento pensó que podrían ser familiares, pero no, no lo eran, ya que escuchó a su madre decir "los Thomas, que gusto en verlos", para después alzar la voz y decir

—Liam, Kareli, bajen, nuestros nuevos vecinos nos vienen a dar la bienvenida.

"Entonces ellos eran los Thomas" de los que su hermano habló, aunque había algo extraño, eran un chico y una chica, esta última no parecia tener la edad de Liam, si no, la suya.

Nota del autor:

999 palabras, no son tantas, pero para
ser el primer episodio de mi primera
historia, está bastante bien.

Doy asco escribiendo diálogos.

Depew es una villa cerca de
Nueva York.