⋮⃟17⋮⃟❫ཱི

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Narrador omnipresente

Un hombre de largos cabellos rojizos y pendientes de cartas de hanafuda se encontraba admirando el paisaje de las montañas mientras que estaba sentado en las orillas de la puerta de una casa japonesa con una niña en brazos

- El día es muy hermoso...
- decía aquel hombre hacia la bebé mientras que dejaba que una cálida brisa jugará con sus largos cabellos y aretes -

- ¡Yoriichi! Te traje un poco de te y bolas de arroz
- dijo otro chico de cabello amarrado rojizo, ojos del mismo color y haori a cuadros color verde mientras que se acercaba trayendo consigo dichos alimentos -

- No tenías porque molestarte..
- menciono yoriichi con una expresión serena y amable -

- Vaya, Duerme profundamente
- dijo el chico mirando a su hija mientras que se sentaba al lado de yoriichi -

- Lo lamento, mi esposa también se quedó dormida ¡De verdad lo siento! Eres un invitado y terminaste cuidando de mi hija
- con una voz apenada el pelirrojo se disculpaba -

- Ah..no te preocupes, ella está cansada, dar a luz a un bebé y cuidarlo es un trabajo muy duro
- yoriichi le entrego a la pequeña bebé para seguido de ello tomar la taza de te -

- Después de beber esto tendré que retirarme, no puedo seguir aceptando comidas gratis como está
- yoriichi al decir aquello alarmó al chico -

- ¡Para nada! Les debo mi vida, tanto a ti como a Yamato, si no hubieran estado allí tanto yo como mis hijos no estaríamos con vida
- el pelirrojo hablaba con algo de preocupación aunque se detuvo al ver cómo yoriichi al escuchar el nombre apretaba el agarre de su taza -

- Yamato..el ya no se encuentra en este mundo
- respondió con seriedad, el pelirrojo se alarmó disculpándose de
inmediato -

- ¡Perdóname! No lo sabía! Yamato era un hombre admirable..según yo aún están con vida su esposa y su hijo ¿Verdad?
- yoriichi asintió mientras que miraba el líquido en el vaso de te -

- No era su esposa y si, su hijo ahora imagino que tiene 4 años, estoy seguro de que tiene...el hermoso rostro de su padre
- el pelirrojo notó como a yoriichi le temblaban sus manos mientras que sus labios tenían el mismo movimiento como..¿Intentando reprimir algo? -

Iba a hablar cuando yoriichi se levantó tomando su katana

- ¡E-espera! Al menos dime la historia de ambos para las generaciones futuras!
- yoriichi le miró con la misma expresión sería y amable -

- No es necesario, por cierto el te estuvo delicioso

- ¡P-pero será complicado si no tienes un sucesor! Además quiero honrar a Yamato, se que solo soy un humilde vendedor de carbón pero se que algún día habrá alguien que lo hará
- yoriichi sonrió un poco ante su amabilidad pero siguió negando -

- No es necesario...Sumiyoshi, los maestros de tu oficio, siempre encontrarán el camino hacia el mismo lugar, aunque sean tiempos distintos, incluso si toman caminos diferentes.. siempre llegarán al mismo lugar
- yoriichi miró en su muñeca una pequeña cadena de flores con algo de tristeza -

消える...| kimetsu no yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora