⋮⃟21⋮⃟❫ཱི

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Para el momento que nacimos, los gemelos eran considerados una desdicha debido a que habría conflictos en el rango de sucesión..

Mi hermano.. Yoriichi nació con una gran y fea marca en su frente, por ello mi padre ordenó que lo asesinaran. Pero mi madre en cuanto escucho eso se volvió loca intentando detener al hombre.

Mi padre accedió a dejarlo con vida, con el plan de que el fuera un ayudantes de sacerdote de la familia Akatsuki...una familia que desde siempre tuvo amistades con familias importantes, además que era muy famosa por entrenar a los mejores hechiceros, chamanes y samurais del país.

A pesar de ser gemelos, nuestra habitación, como vestía cada uno, alimentación y sobre todo la educación era completamente diferente, imagine que por ello nunca se apartaba de nuestra madre, siempre estaba pegado a ella del lado izquierdo como un niño mimado.

A pesar de ser gemelos, nuestra habitación, como vestía cada uno, alimentación y sobre todo la educación era completamente diferente, imagine que por ello nunca se apartaba de nuestra madre, siempre estaba pegado a ella del lado izquierdo como un ...

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El día que comencé a entrenar fue la primera vez que escuché a mi padre decir que conoceríamos a la familia Akatsuki...
Yo pensaba en hombres rudos y sin alegría o corazón cuando mencionaban el apellido "Akatsuki", autenticas armas humanas...hasta que llegó el..

Estábamos comiendo las dos familias, mi padre, madre, además de mi hermano y yo, una familia pequeña pero muy poderosa; en cambio la familia Akatsuki era numerosa y ni siquiera nos había visitado la mitad; estaba el que suponía era el padre, un hombre sin emoción alguna en sus ojos y expresión al igual que la mujer que suponía era su esposa sentada junto a el. También estaban todos los hijos de ellos que en total eran seis. El más pequeño tenía mi edad, era el que llamaba mi atención, ya que, a diferencia  de su familia..

- es tan rico..!~
susurraba el chico pelinegro de ojos verdes mientras que sonreía con la boca llena cual ardilla —

Se le notaba en la cara su fascinación por la comida, sus mejillas se sonrojaban y a simple vista parecía un niño lleno de ilusión y alegría. Hablamos sobre cosas de mi entrenamiento y el de yoriichi, uno de los hermanos Akatsuki iba a entrenarme mientras que el oji verde se iba a encargar de mi gemelo.

- Es algo divertido, ya verás!
mencionó el pelinegro hacía yoriichi el cual le miró con seriedad y algo de intriga —

Su sonrisa era algo irritante sin duda..

Mi entrenamiento comenzó ese mismo día, ese Akatsuki vaya que era rudo, llegaba a incluso golpearme con su espada sin ninguna compasión y expresión en su rostro. Solo me daba descansos de veinte minutos y entrenábamos todo el día.

Siempre que llegaba la familia, el chico de mi edad de nombre yamato era el único que saludaba a todos, deseándoles suerte, incluso a mi..

- Ví tu entrenamiento ayer! Voy a rezar para que te vuelvas más fuerte!
dijo yamato con una sonrisa reconfortante —

- A..ah.. gracias
respondió Michikatsu con algo de nerviosismo —

Miraba su expresión y sus deseos eran sinceros, no había rastros de sombras en su sonrisa inocente, aquel chico a veces me hacía creer que era un ángel caído del cielo.

消える...| kimetsu no yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora