Invierno era su estación favorita, pues podía disfrutar de los suéteres calientitos y contemplar el cómo caía la nieve mientras trataba de atrapar un copo de nieve sin que se derritiese casi al instante. Lo único que no le gustaba es que aún así las clases siguieran con su curso normal, a veces quisiera quedarse en su casa mejorando cada vez más sus inventos, pero siempre había algo que le faltaba, nunca puede descifrar qué es lo que necesita para completar sus réplicas de electrodomésticos; más orgánicos según él.
Ahora se encontraba sentado en su mesabanco, siempre al más frente que podía, pues sus lentes necesitaban nueva graduación, pero no tiene tiempo para eso.
—Buenos días alumnos— Saluda cordialmente la profesora de la primer clase, álgebra, imagínate tener álgebra a primera hora en lunes, para muchos un motivo para suicidarse, pero no para Yuki, esta clase era más bien el como ahorcar un ganso, súper fácil. —Hoy estaremos recibiendo a un nuevo alumno. Adelante, mijo— Esa noticia SÍ que captó la atención del peli-negro, pues esperaba que fuese un cerebrito igual que él, podría compartir sus novedosas ideas, ¡incluso crear nuevas máquinas! Pero su emoción desapareció en el momento en que la nueva persona dió el primer paso dentro del aula. ¡Era un criminal! O bueno, así lo veía Yuki, pues su uniforme estaba bastante desordenado, como si no le importase el como los demás lo viesen, y ni hablar de su cabello rojo, largo y lacio que ni siquiera estaba peinado, ¿el pelo lacio se peina? ¡No le importaba! Todo estaba mal con aquel muchacho. Pero a las chicas parecían amarlo, no puede creer lo bajo que están cayendo al sentirse atraídas por tremendo vago. —Preséntate y toma un lugar que esté libre— Ordenó la profesora mientras acomodaba sus libros en el escritorio.
—Buenos días, mi nombre es Liam— Eso fue todo lo que dijo, entonces tomó su mochila, rascó un poco su cabeza y se sentía en un banco de en frente, justo al lado de Yuki, este se hizo a un lado, claramente queriendo evitar cualquier tipo de contacto que pueda haber entre ellos, no quiere ser mal influenciado por este criminal, vago, maleante, delincuente, persona problemática... Pensaba mientras rayaba partes aleatorias en su cuaderno de álgebra. —Oye— Una voz suave logró sacarlo de su trance personal en el que, literalmente, estaba destruyendo verbalmente al chico al lado suyo, hablando del mismo, este le había llamado. —¿Tienes un pegamento líquido que puedas pasarme?— Liam lo miró con esos ojos caídos que no brillaban, sino que reflejaban la luz que emitía la ventana que estaba delante y atrás de ellos, sus ojos eran oscuramente aterradores, como dos hoyos negros que lo absorbían. —Uhm...— Apenas pudo hablar, pues no quería tener nada que ver con este traficante de sustancias ilícitas (se quedó sin sinónimos de persona mala). —Claro, toma— Se estaba maldiciendo internamente por haber accedido a prestarle algo suyo, quiere apuñalarse a él mismo por haber cometido tal estupidez.
Las clases transcurrieron de manera normal, en el receso la pasó en el salón, comiendo de su sándwich perfectamente preparado, tal y como le gustaba, en cambio Liam, decidió salir a la cancha y jugar basketball junto con sus compañeros, Yuki podía ver desde la ventana del salón que era una persona verdaderamente agradable, también pensaba que su sonrisa era algo tierna... ¡NO! Sacudió ese pensamiento fuera de su cabeza y comió su almuerzo enojado, lo que terminó en mordiéndose la lengua por lo rápido que lo hizo.
El timbre para la salida finalmente había sonado, esta era la primera vez que Yuki quería salir volando de la escuela, ahora tocaba revisar que todo estuviese dentro de su caja de materiales, como siempre lo ha hecho, ser perfeccionista no le va muy bien al ver su lugar de trabajo, pero mínimo tiene que serlo con sus útiles. —Veamos. Tres lápices, dos borradores, mis colores, un pegamento... ¿Un pegamento?— Se había dado cuenta, se olvidó completamente de pedirle de vuelta el pegamento a aquel maleante, ahora estaba furioso, ¡fue robado! Tomó sus cosas rápidamente, saliendo del salón con la cabeza echando humo por la cabeza mientras preguntaba "¿sabes en dónde se encuentra ese Liam?" pronunciando aquel nombre con cada vez más odio. —Fue a la azotea, rarito, veo que estás enojado, no le vayas a hacer algo, vas a ser completamente humillado. JAJA— Logró escuchar a una chica, caminando ahora con más rabia, pero cuidadosamente pisando las escaleras, las escaleras son peligrosas si no se sabe andar con cuidado.
Azotó la puerta al final de las anchas escaleras con todas las fuerzas que tuvo, haciendo un estruendoso sonido de metal pegándose contra la pared de concreto. —¡REGRÉSAME MIS COSAS MALDITO RATERO!— Fue lo primero que gritó antes de quedarse congelado ante esa bella imagen que tenía delante suyo, Liam, el maleante y todo lo malo posible, estaba sentado sobre casi el borde del edificio, cepillando sus alas, unas hermosas y gigantescas alas que soltaban plumas perfectamente blancas al viento, y la cabeza de Liam no estaba tan hueca como pensaba Yuki, pues tenía una brillante aureola dorada flotando sobre la rojiza cabellera de su compañero.
—Tú eres...— Retrocedió un poco, aún asimilando lo que estaba presenciando. —¡Eres un ángel!— Ahora estaba increíblemente feliz, un nuevo espécimen que él mismo había descubierto, ahora su cabeza estaba llena de locos experimentos que podría realizar en Liam. —¡Esto es genial! Oh Dios, ¿qué es lo que haces aquí en la Tierra? ¿Existe el cielo? ¿HAY UN DIOS QUE EN SERIO NOS ESTÁ VIENDO?— Ahora comenzó a bombardear al pelirrojo con sus una y un millón de preguntas, pero Liam se sentía asustado, irónico.
—No responderé a nada de lo que me estás preguntando— Sus alas desaparecieron en el momento que entraron en su espalda, y su aureola se partió en dos, desapareciendo en miles de pedacitos, Yuki aún no sabe qué pasó con eso, va a investigarlo después, ahora debe intentar convencer a su compañero, que primero juzgó como si no hubiese un mañana, para que se convirtiera en su nueva meta de investigación. —Pude sentir que me odiabas en el momento en que pisé el salón, me juzgaste, piensas que soy una mala persona, y ahora buscas mi ayuda porque aparento saber más que tú sobre algo desconocido— La cara de Liam no era la misma que vió en el descanso al jugar basketball, su mirada fría clavada en sus ojos lo ponía nervioso, lo hacía sentir como el peor ser humano que ha pisado la Tierra.
—Yo... Yo lo siento, Liam, uuuhhh...— En verdad no encontraba palabras que pudiesen enmendar verdaderamente lo mucho que lo había juzgado, pues lo que dijo era verdad, buscaba respuestas, pero no buscaba entender lo que pasaba en ese momento, sintió que en cualquier momento se iba a desmayar, se sentía mal... —¡Enserio lo siento mucho! Y-Yo no sabía que eso... Que tú te habías dado cuenta, erhmm...— Yuki estaba casi llorando, las disculpas jamás habían sido su fuerte, pues sus habilidades sociales no llegaban a más para tener una amistad con la cual disculparse alguna vez...
—Pff...— Liam comenzó a reírse un poco, más bien, a carcajearse en la cara de Yuki, entonces al momento en que ambos se vieron, Yuki pudo apreciar como la luz del atardecer hacía brillar la cara de Liam, un ser celestial jamás visto, no podía dejar de mirarlo, pues su cabellera roja contrastaba perfectamente con la iluminación y el ambiente, hasta se le escapó una lágrima, no, miles... Estaba llorando. —Oh, ¿soy tan bello que te hago llorar?— Acarició la cabeza de Yuki, a la vez haciendo a un lado lo que podía del flequillo del de menos estatura, pues quería ver más un poco esa cara moquienta y mojada. Un toque que se sintió suave, un roce tan gentil que jamás había sentido, hasta se sintió en paz, pudo sentir tranquilidad en solo ese gesto. Entonces aquí fue dónde Yuki comprendió, lo que le faltaba era paz y tranquilidad, y alguien que podía sentir que lo comprendía.
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Author's Note: ¡Hola! Soy Ximenna, la autora de esta nueva historia, esta será mi primera vez escribiendo un universo (por así decirlo) creado por mí, espero que sea de su agrado y disfruten de la lectura. Probablemente haga dibujos de ambos protagonistas y los agregue en la historia, además, tengo que trabajar en una portada...
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Nuestra Historia | Liam & Yuki
RomanceEste amor los fue entibiando a ambos, pues el frío no parecía tan eterno como pensaban. • Esta historia y personajes fueron creados 100% por mí, cualquier parecido con otros es mera coincidencia. • Actualizaciones irregulares. • 04/02/2023