El tiempo pasaba tan rápido, ya estaba en mi séptimo semestre de la carrera, conocí muy buenas amistades y tenía una relación con un chico que igual que yo era coreano él también había ido a Canadá de intercambio, llevábamos un año de relación, casi dos.
Su nombre era Yoongi, en serio me gustaba, me atrevería a decir que lo amaba lo que significaba que había logrado olvidarte. Él era demasiado lindo conmigo, sabía que igual me amaba y no había día que no me lo demostrara, lo había presentado con mis padres y ellos lo adoraban. Yo era demasiado feliz.
En un abrir y cerrar de ojos había terminado mi carrera, los dos nos graduamos, yo había estudiado psicología y él una licenciatura en música. El día de nuestra graduación me pidió matrimonio y fue tan hermoso todo. Vivíamos juntos en un apartamento, los dos trabajábamos así que entre los dos pagábamos la renta. Pasaron dos años y los dos sentíamos que nuestro enamoramiento se iba apagando, no negábamos que nos queríamos pero ya no era lo mismo, no nos habíamos casado porque estábamos esperando a estar estables económicamente. Un día nos sentamos a hablar y dijimos que estaríamos mejor como amigos y así fue, terminamos y quedamos como amigos, pasaron otros dos años y decidí regresar a Corea.
Llegue a Corea y me quede unos meses con mis padres hasta que conseguí un apartamento, ellos insistían que me quedara con más tiempo pero les dije que no, quería mi espacio, me tarde unos meses pero logre encontrar trabajo en un hospital y comencé a trabajar en el ahí. En los meses que eh estado trabajando aquí todo ha estado tranquilo, me llevo bien con todas las personas que trabajan aquí.
Hoy no tengo tantos pacientes así que espero que sea un día tranquilo, me dirijo a mi consultorio un poco temprano pero acabo de recordar que se me olvido mi celular en el auto ¡Por qué tengo que ser tan olvidadizo! Me dirijo al estacionamiento y recojo mi celular, tengo que dejar de ser tan olvidadizo. Lo bueno que llegue más temprano de lo normal. Subí y en lo que estaba registrándome llego alguien más que supongo yo, también se iba a registrar, en lo que terminaba de registrarme escuche los pasos de alguien más, que luego de escucharla hablar supe que era la Doctora Ahn Hye-jin, era de las mejores cirujanas del país, y dijo algo me hizo paralizar.
— Buenos días y bienvenido, Doctor Jeon.
— Buenos días y gracias, Hye-jin. Me alegra que nos encontremos aquí.
— Oh, Buenos días Doctor Kim, no le había visto.
Me voltee y le respondí.
— Buenos días también para usted Doctora Ahn.
Mi tono fue en burla porque ella y yo no nos hablábamos por nuestros apellidos, éramos buenos amigos. Luego voltee a verte, tus rasgos habían madurado, te veías más alto, supuse que te ejercitabas porque la camisa que llevabas hacia que tus músculos resaltaran, nuestras miradas se conectaron, tus ojos reflejaban varios cosas pero evidenciaban una gran tristeza que me hizo saber que teníamos muchas cosas de las que hablar.
— Hola Jungkook, no sabía que ibas a empezar a trabajar aquí.
— Tae...
— Que sorpresa, se conocen. — Menciono Hye-jin.
— Si, desde la secundaria. Pero bueno, me voy porque pronto llegara mi primer paciente del día.
Me di la vuelta para dirigirme a mi consultorio pero algo me detuvo, me habías sostenido de la muñeca impidiéndome avanzar.
— Tae ¿podemos hablar?
Tus ojitos eran algo que más amaba de ti, eran tan expresivos, ellos me suplicaban que dijera que sí.
— Claro Jungkook, hay que quedar un día de estos para poder hablar tranquilamente.
Llegando a mi consultorio solté un suspiro, sabía que tenía que enfrentarme a ti tarde o temprano, espero que todo salga bien. Decidimos salir el sábado en la tarde en una cafetería algo tranquila, era lo que necesitábamos para poder hablar tranquilamente.

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Amor unilateral
FanfictionHe tenido sentimientos hacía Jungkook por varios años, pero lo único que he tenido a cambio de estos sentimientos es la certeza y tristeza de saber que no me corresponde. • Kooktae.